La Clínica Persum ofrece Cursos y Talleres de meditación y mindfulness en Oviedo (Asturias). El éxito del programa de mindfulness de la Clínica Persum radica en la unión de la práctica de la psicoterapia con la experiencia y formación en meditación.
La psicoterapia integradora que llevamos a cabo en la Clínica Persum en Oviedo (Asturias) acompaña al individuo en un proceso de observación de su mundo interior; pensamientos y sentimientos que constituyen nuestra forma de ver el mundo, y que dirige nuestras conductas y acciones, con capacidad para organizar nuestras relaciones interpersonales. En definitiva, nuestra salud.
La práctica del mindfulness facilita la observación de nuestra mente y propiciando una mayor presencia que nos permita estar abiertos a los demás y a nosotros mismos.
Nuestros cursos aplican un programa en meditación de 8 semanas que llevamos a cabo en nuestro centro de Oviedo (Asturias)y que aúna los conocimientos de la Psicoterapia y la práctica del mindfulness para ayudar a comprender nuestra mente, a observar las emociones y los conceptos, y a integrar los recuerdos implícitos. El éxito final radica en un acceso a la construcción de nuestros significados y la regulación de nuestras emociones. Una nueva forma de ver el mundo. En este espacio web podrá documentarse sobre todos los aspectos que rodean a la práctica de la meditación.
Se trata de un programa original creado en la Clínica Persum que aúna los conocimientos de la psicoterapia y la práctica del mindfulness para ayudar a comprender nuestra mente, a observar las emociones y los conceptos, conseguir la calma y reducir el estrés percibido.
Es una intervención psico-educativa basada en el protocolo original MBRS (Mindfulness Based Stress Reduction) creado por Dr. Jon Kabat-Zinn, director del Center for Mindfulness de la Universidad de Massachussets en EEUU en 1979, y que desde entonces se ha convertido en un referente en psicología.
El mindfulness además es una intervención comprobada científicamente incluida dentro de las Psicoterapias Integradoras que enfatiza la capacidad de “parar y ver antes de actuar”, de “responder en vez de reaccionar”.
La práctica del mindfulness facilita la observación de nuestra mente y propicia una mayor presencia que nos permita estar abiertos a los demás y a nosotros mismos.
El programa aúna los conocimientos de la Psicoterapia Integradora que, junto con los conocimientos en la práctica del Mindfulness nos ayudan a comprender nuestra mente, a observar las emociones y los conceptos, y a integrar los recuerdos implícitos. El éxito final radica en un acceso a la construcción de nuestros significados y la regulación de nuestras emociones.
«Cuando la mente se observa a sí misma, la mente obnubilada se convierte en una verdadera mente. La verdadera mente es nuestro auténtico YO: la pura unidad que no puede ser fragmentada por las divisiones ilusorias de los yoes separados que los conceptos y el lenguaje crean». Thich Nhat Hanh «El milagro del Mindfulness»
A través de los ejercicios y prácticas de este curso, a lo largo de 8 sesiones, incorporarás a tu vida:
Mindfulness, también llamado conciencia plena, es un entrenamiento mental que se basa en la meditación. Se realizan ejercicios cuyo objetivo es entrenar la atención y ampliar la consciencia. Formando parte de la práctica del mindfulness, se aplica el concepto de compasión. Cuando ejercemos la compasión, COMpartimos la PASIÓN. Esto significa que formamos parte del mismo sufrimiento, sin mirarlo desde fuera. No somos superiores ni diferentes del ser que sufre, sino iguales. Entendemos que el sufrimiento es universal, de todos, no único o personal.
En nuestra cultura española, de raíces cristianas, el concepto de compasión tiene un significado parecido a conmiseración, piedad o lástima. Se asume una posición asimétrica entre quien ejerce la compasión y quien la recibe. Una persona sufre y la persona compasiva, que no sufre, se compadece de ella. Sin embargo, nuestra concepción de la compasión es distinta.
Adoptando este punto de vista, florece un interés genuino por los demás. No sólo sentimos lástima por su situación, sino que compartimos su dolor y, de este modo, también deseamos que su sufrimiento desaparezca, porque supondrá el fin de nuestro propio sufrimiento también. Deseamos genuinamente que la persona que sufre mejore su situación.
Siguiendo con el mismo modelo conceptual, en mindfulness sentir autocompasión no significa autoconmiseración o autoindulgencia. No se trata de compadecerse de uno mismo, de sucumbir a nuestros pueriles caprichos, ni tampoco de dejarse arrastrar por una actitud de queja constante. Tampoco se pretende adoptar una actitud compungida con la cual dar lástima a los demás. Lo que se persigue es brindarnos a nosotros mismos una mirada más amable y tolerante, una mirada afectuosa y teñida de la firme intención de mejorar.
Ejercer la autocompasión supone aceptarnos a nosotros mismos incondicionalmente, como hace una madre ideal con sus hijos, con nuestras virtudes y también con nuestros defectos. Supone no ser nuestra propia fuente de rechazo. Supone desterrar esa voz interior, autoritaria, despiadada y crítica, que suele acompañarnos toda la vida y que no es nuestra realmente, porque la hemos introyectado de personas que han sido o que son demasiado duras con nosotros (padres, amigos, profesores, ideales sociales…). Se trata de desearnos a nosotros mismos, de forma genuina y compasiva, paz, tranquilidad y satisfacción vital.
Un programa de 8 semanas creado en la Clínica Persum para comprender la causa del malestar psicológico en su vida y alcanzar la regulación de sus emociones.
El curso consta de 8 sesiones a lo largo de 8 semanas consecutivas
AÑO 2024
Consulte fechas en secretaría
Las clases serán los JUEVES a las 19 horas
Psicólogos de la Clínica Persum con formación en Terapias de Tercera Generación
¿Qué es el Mindfulness? ¿En qué nos puede ayudar? ¿Qué no es Mindfulness? Primeras experiencias.
Vivir el ahora comienza por anclarnos en el presente a través de la respiración, los sentidos y el cuerpo.
Cultivar una conciencia observadora nos permite tener mayor perspectiva sobre aquello que acontece.
Aprendiendo a observar los pensamientos y las emociones sin dejarnos atrapar por ellos.
Vivimos orientados hacia metas y objetivos, dedicando poco tiempo a ser sencillamente nosotros mismos.
Cultivar una actitud compasiva nos ayuda a relacionarnos de una manera más sana con los demás y el mundo.
Aprender a relacionarse de una forma más saludable con la comida. Hacer frente al comer emocional.
Generalizando lo aprendido a situaciones personales difíciles. Revisión de lo aprendido, prevención de recaídas y preparación para el futuro.
El curso se impartirá en las instalaciones de la Clínica Persum en la Calle Uría 18 3º derecha:
Aprenda y practique de la forma más segura una nueva manera de ver el mundo comprendiendo la causa del malestar psicológico en su vida y regulando sus emociones. Aprenda a ser más compasivo contigo mismo y los demás.
El programa de mindfulness tiene una duración de 8 semanas y es impartido en la Clínica Persum en Oviedo (Asturias). Se trata de cursos o intervenciones psico-educativa inspiradas en el protocolo original MBRS (Mindfulness Based Stress Reduction), MBCT (Mindfulness-based cognitive therapy), e intervenciones terapéuticas como MBT (Mentalization based Treatment) unido a nuestra experiencia a la hora de capacitar al individuo en una observación de su mente. Una práctica de fácil aplicación en su vida cotidiana. Una nueva forma de experimentar su vida.
En la Clínica Persum reunimos en un único curso las prácticas más eficaces del mindfulness o meditación con ejercicios obtenidos de las psicoterapias que de forma integradora, contribuyan a salir de nuestra forma automática de reaccionar en la vida, facilitando el conocimiento de nuestro malestar, de nuestros pensamientos y acceder a una mayor regulación de nuestras emociones.
Además, el curso que impartimos en nuestro centro nos ayuda a cultivar una actitud más compasiva hacia todos nosotros y los demás, una mejora de la autoestima y una mayor aceptación de los acontecimientos que puedan presentarse a lo largo de nuestra vida.
En las dos últimas décadas las investigaciones en torno a la práctica del mindfulness o meditación han constatado la importancia de incluir el mindfulness como componente o complemento a las intervenciones psicoterapéuticas integradoras puesto que contribuye a consolidar los avances de la psicoterapia.
La práctica del mindfulness es instruida por un psicólogo experto en psicoterapias de tercera generación y mindfulness. Conocedor de los diferentes modelos terapéuticos que, unidos a la práctica del mindfulness, conducen a una experiencia efectiva y segura.
El Psicólogo instructor nos permite poder manejar, con garantía profesional, las posibles dificultades que puedan ir surgiendo y extraer de la meditación sus mayores beneficios.
Por sí mismo el mindfulness es útil pero tiene resultados discretos e incluso no deseables si no es aplicado desde la formación del Psicólogo experto.
Conozca y practique el mindfulness unido a la psicoterapia y evite sufrir efectos indeseables. Aprenda y practique de la forma más segura
Los niños también son grandes beneficiarios de los programas de entrenamiento en mindfulness. Además parten con ciertas ventajas con respecto a los adulto: viven de forma más plena el aquí y el ahora y, además, están más en contacto con su identidad corpórea.
Mindfulness, también llamado Conciencia Plena, es un entrenamiento mental que se basa en la meditación. Se realizan ejercicios cuyo objetivo es entrenar la atención y ampliar la consciencia. A través de prácticas progresivamente más complejas, nuestra consciencia se expande y nuestra noción de la realidad se vuelve cada vez más clara, más pausada y accesible. Entramos en contacto con el estricto presente, con el aquí y el ahora. Atendemos a nuestras sensaciones corporales, sentimientos y pensamientos tal y como se suceden a cada instante, consiguiendo así una mayor lucidez mental, una actitud de serenidad y una capacidad de respuesta al ambiente más eficiente.
El secreto del Mindfulness se basa en la aceptación de cualquier cosa que ocurra a cada instante, ya provenga de nuestro interior o del exterior, en lugar de evitarlo, reprimirlo, ignorarlo, adulterarlo o negarlo, como solemos hacer muchas veces. Esta aceptación radical de la realidad no significa resignarse a ella, sino simplemente observarla sin juzgar, dejando entrar cada experiencia como viene, para tomar conciencia de ella tal cual es. Cuando las cosas entran en la consciencia tal cual son, sin ser alteradas o viciadas o juzgadas, podemos conocerlas en su esencia y, según lo decidamos, afrontarlas o dejarlas pasar, pero siempre desde la ventaja del conocimiento.
El pionero de los programas formales de Mindfulness es John Kabat-Zinn, doctor en Biología Molecular y profesor emérito de Medicina en la universidad de Massachusetts. Con gran experiencia en el mundo de la meditación, le propuso a su escuela iniciar un programa de reducción de estrés (MBSR, Mindfulness-Based Stress Reduction) basado en “prestar atención al momento presente sin una evaluación inmediata de la experiencia”. La dirección aceptó y sus compañeros médicos comenzaron a derivarle pacientes afectados por enfermedades que cursaban con mucho estrés, como en los casos de dolor crónico. Cuando Kabat-Zinn quiso darse cuenta, su programa estaba desbordado y no sólo se nutría de pacientes: acudían a él también los trabajadores, los médicos y otros compañeros del centro.
En el campo de la psicología, los programas más extendidos en la actualidad se basan en la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT, Mindfulness-Based Cognitive Therapy), desarrollada por los investigadores Zindel Segal, Mark Williams y John Teasdale, que contaron con la colaboración inicial del propio Kabat-Zinn. Se trata de un programa en grupo de ocho semanas que combina ejercicios de Mindfulness con algunas de las técnicas propias de la Terapia Cognitiva y que se ha mostrado eficaz en el tratamiento de multitud de trastornos psicopatológicos, normalmente en formato combinado o para evitar recaídas.
El entrenamiento en Mindfulness hunde sus raíces en prácticas meditativas que el ser humano lleva practicando al menos 2500 años de forma documentada. Debido a las necesidades propias del momento histórico que vivimos y al imparable crecimiento del sufrimiento psicológico asociado a las sociedades modernas, la psicología científica ha incorporado estas prácticas milenarias para aprovechar su enorme valor terapéutico. De esta fusión entre la ciencia actual y la sabiduría ancestral, han surgido las terapias psicológicas basadas en el Mindfulness, también llamadas Terapias de Tercera Generación. Si algo funciona desde siempre, ¿por qué no utilizarlo?
Mindfulness nos ofrece la posibilidad de romper con los círculos viciosos que están instaurados en nuestro funcionamiento mental. Desde la Psicología sabemos que nuestros pensamientos y sentimientos se almacenan en forma de esquemas mentales, patrones de funcionamiento rígidos, compuestos por nodos o puntos de comunicación que están interconectados entre sí. Como si fueran redes eléctricas por donde se comunican nuestras neuronas. Cada pensamiento, recuerdo o sentimiento pone en contacto a otros que se activan de forma automática al tocarse.
Estos procesos cíclicos ocurren normalmente de manera inconsciente. Por eso, a veces tenemos un mal día y no sabemos explicar por qué.
Mindfulness puede debilitar estos patrones automáticos de funcionamiento y prevenir el sufrimiento psicológico derivado de los mismos. Mediante la práctica de Mindfulness, proporcionamos a nuestra mente la posibilidad de abrir otros caminos neuronales distintos. Al hacernos más conscientes de nuestros procesos emocionales y cognitivos, podemos monitorizarlos, flexibilizarlos y, de esa manera, no quedarnos atrapados en ellos.
Uno de los objetivos del Mindfulness es la desidentificación con los pensamientos y, sobre todo, con el lenguaje. El practicante aprende que NO SOMOS nuestros pensamientos. Muchas veces, las palabras dejan de ser simples símbolos y se convierten en realidades por sí mismas, adquiriendo más significado e impacto que los propios referentes a los cuales representaban en un principio. Por ejemplo, la etiqueta “ansiedad” puede provocar más ansiedad que el propio estado de ansiedad al que se refiere; y no hay duda de que la palabra “depresión” deprime; y basta decir “estoy cabreado” o “estoy fatal” para estarlo de verdad. Básicamente, las personas CREEMOS SER ese discurso interior y vivimos inconscientemente fusionados al lenguaje, que es el vehículo existencial de nuestros pensamientos.
Mindfulness separa y distingue nuestra identidad personal de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos y del lenguaje que utilizamos para expresarlos, ese lenguaje simbólico que ha adquirido un estatus de realidad objetiva que no le corresponde.
Mindfulness se ha mostrado eficaz en el tratamiento de la depresión, en trastornos de ansiedad, en trastornos obsesivo-compulsivos, en trastornos de personalidad, en trastornos de la conducta alimentaria (anorexia y bulimia), en conductas adictivas, en trastornos por traumas, en TDAH, en dolor crónico y en cuidados paliativos.
Mindfulness se ha utilizado con éxito en niños en varios ámbitos de aplicación: como estrategia de regulación emocional; para mejorar las relaciones familiares y el clima en el hogar; para mejorar la resiliencia, esto es, la capacidad del niño para afrontar las dificultades y salir fortalecido; en problemas de comportamiento, para reducir la impulsividad; y, por supuesto, en el ámbito escolar y del aprendizaje, por lo que supone en trabajo atencional y mejora de la concentración. En el caso concreto del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Mindfulness puede compensar los déficits y rehabilitar (invertir) los excesos. La práctica de la Conciencia Plena activa repetidamente las funciones ejecutivas del cerebro (atención, alerta, orientación, memoria de trabajo, inhibición conductual) reforzando estas habilidades.
Dentro de la práctica del mindfulness o meditación como en cualquier programa psicoeducativo, el instructor Psicólogo debe atender a ciertos aspectos con mucho cuidado y responsabilidad. Durante la práctica de Mindfulness pueden aparecer efectos no deseados que han de ser comunicados cuanto antes al psicólogo instructor del centro. En este espacio web podrá conocer algunas de las contraindicaciones más importantes:
Ansiedad
Una reacción paradójica. Puede suceder, al iniciarse en la práctica de Mindfulness, que nos invada una sensación de ansiedad o nerviosismo al no conseguir rápidamente la serenidad que buscamos. Se trata de una reacción paradójica que surge ante la expectativa de querer relajarnos, o sea, de la creencia errónea de que la meditación sirve para relajarse. Cuando no nos relajamos, no debemos interpretar que lo estamos haciendo mal. En realidad, no se puede meditar de forma incorrecta. No existe tal cosa. Se trata de aceptar cualquier estado que surja, ya sea de relajación o de ansiedad, y explorarlo con curiosidad y tolerancia. Todas la emociones y todos los pensamientos son observados con neutralidad.
Psicopatologías graves
El mindfulness o meditación no sustituye a otras terapias. Mindfulness no está recomendado para los estados agudos de psicopatologías graves. Si, por ejemplo, sospechamos estar atravesando una depresión clínica, las sesiones de mindfulness no deben sustituir una terapia específica. Practicar mindfulness será más eficiente cuando estemos ya en proceso de mejoría, es decir, cuando la sintomatología psicopatológica haya remitido, sea leve o moderada.
Psicosis y estados disociativos
Riesgo de padecer episodios psicóticos. Aunque ya empieza a haber estudios que demuestran la eficacia de mindfulness o meditación en psicosis y en trastornos disociativos, en general es arriesgado utilizarlo para tratar esta psicopatología. Promover mediante la meditación un estado de presencia, esto es, un “yo observador” que ejercerá el papel de testigo, distinto al “yo contexto” donde suceden los fenómenos mentales, puede facilitar la ocurrencia de episodios disociativos o de brotes psicóticos en personas vulnerables. Por lo tanto, los pacientes con antecedentes de este tipo deben tenerlo en cuenta y comunicarlo antes de empezar.
Auto-focalización
Exacerbación de la atención dirigida hacia uno mismo. Al iniciarse en el mindfulness o meditación puede producirse un exceso de auto-focalización de la atención. Esto significa que estamos más pendientes de todo lo que nos ocurre desde el interior, prestando menos atención al exterior. En ciertos estados depresivos y ansiedad (por ejemplo, en la hipocondría), el exceso de atención dirigida hacia nosotros mismos es precisamente el problema que mantiene el trastorno, por lo que puede haber un empeoramiento. Habrá que profundizar en la práctica de mindfulness, dejar pasar estas sensaciones, hasta conseguir que no copen toda nuestra consciencia y, así, poder abrirnos al resto de experiencias que nos esperan.
Optimismo ingenuo y materialismo espiritual
Debemos resistir la tentación de caer en un “optimismo ingenuo”, pensando que gracias al mindfulness o meditación de repente la vida es maravillosa, todo es positivo y los problemas no nos afectan. Esta candidez sólo nos hará más vulnerables ante las vicisitudes de la vida. Mindfulness nos ayuda a relacionarnos de otra manera con aquello que nos sucede en la vida, a responder de manera más adecuada y ajustada a las circunstancias, pero no es un remedio fantástico que nos proteja de cualquier mal. Tampoco debemos caer en el “materialismo espiritual”, que consiste en creer que mindfulness o meditación es una mejora espiritual que podemos comprar o adquirir mediante un curso, como si fuera una más de las “terapias alternativas” o “mágico-religiosas” que se venden hoy en día. Podemos caer en el error de pensar que nos ayudará a ser más felices que el resto de personas menos “iluminadas” o menos “abiertas de mente”. No, no se trata de eso. La meditación no nos hará especiales ni superiores, ni tampoco está impregnada de ese tipo de misterio. Sólo nos permitirá conocernos un poco mejor a nosotros mismos (¡casi nada!).
El mindfulness o meditación puede producir cierta desconfianza. En la Clínica Persum la práctica de la meditación o mindfulness es desarrollada desde el rigor científico. El programa desarrollado en nuestro centro escoge aquel material de la práctica de la meditación que ha demostrado su validez y fiabilidad; y ha sido unido a la experiencia de la Psicología.
No se ofrece como terapia alternativa, práctica religiosa ni se encuentra asociada o relacionada con ningún grupo místico-religioso.
El cambio que ofrece la práctica de la meditación puede dar miedo o producir rechazo si pensamos que, de alguna manera, vamos a dejar de ser nosotros mismos. Son miedos normales, aunque infundados. Aquello que somos, nuestra presencia, nuestro YO no lo vamos a perder. Al contrario, vamos a cultivar una identidad más esencial, más independiente, aquella que es capaz de observar nuestros estados sin llegar a fusionarse con ellos, sin identificarse con ellos, sin dejarse atrapar. Todas ellas son emociones normales en la práctica de la meditación.
La libertad no anula nuestra personalidad, solo hace que estemos en armonía con quienes somos. Nos libera para que podamos ser nosotros mismos
Daniel J. Siegel “Mindfulness y Psicoterapia”
A través de los ejercicios y prácticas de este curso en la práctica de la meditación, a lo largo de 8 sesiones, incorporarás a tu vida:
Una mayor aceptación de aquello que la vida nos presenta
Una mirada más serena al dolor que nos trae la vida en ocasiones.
Mejorar nuestra comprensión sobre lo que sucede dentro de nuestra mente
Observar las emociones y los pensamientos con la finalidad de no identificarnos con ellos
Acceder a la construcción de nuestros significados y la regulación de nuestras emociones
Una mayor presencia en el “aquí y ahora” que nos aleje de pensamientos depresivos provenientes del pasado o sentimientos ansiógenos por anticipación del futuro
Empatía y presencia en las relaciones con los demás. Aceptación de la experiencia del otro y escucha autentica
El Mindfulness es una intervención psicoeducativa comprobada científicamente incluida dentro de las Psicoterapias Integradoras que enfatiza la capacidad de “parar y ver antes de actuar”, de “responder en vez de reaccionar”.
La práctica del Mindfulness es una intervención en sí misma o puede contribuir al proceso terapéutico facilitando la observación de nuestra mente y propiciando una mayor presencia que nos permita estar abiertos a los demás y a nosotros mismos.
Para una mejor experiencia es aconsejable practicarla con un Psicólogo instructor con experiencia en el campo de la Psicopatología y la Meditación. Los efectos indeseables y el uso inadecuado de la meditación no son un tema baladí.
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