¿Cómo saber si tengo ansiedad?

¿Últimamente te has notado temblando? ¿O te has sentido asustado sin ninguna
razón lógica? ¿Has notado que tu corazón late con mucha fuerza? ¿Te has notado tenso
o en alerta más de lo que deberías? ¿Te has notado dándole vueltas a las cosas una y
otra vez? ¿Te has sentido tan inquieto que no puedes ni sentarte? ¿Te has sentido muy
presionado a hacer cosas, incluso si nadie te las pide? ¿Te ha faltado el aliento? ¿Has
notado tensión en la garganta?
Si has respondido que sí a la mayoría de estas preguntas, es posible que estés
sintiendo ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una de las emociones más comunes hoy en día, en un mundo
donde nos piden que tengamos las cosas hechas para ayer, donde nos faltan horas en el
día, donde tenemos que cumplir expectativas enormes. Todos hemos sentido ansiedad
en algún momento de nuestras vidas. Por ejemplo:

• Cuando, de niños, hemos roto algo y estamos esperando a que nuestros padres
  vuelvan a casa y nos castiguen.
• Cuando, de adolescentes, esperábamos a que nos diesen la nota de un examen.
• Cuando, de adultos, estamos esperando a que nos llamen para entrar a una
  entrevista de trabajo.

Fíjate: Todos estos ejemplos tienen una parte de miedo, pero hablan de algo que
no está pasando, sino que va a pasar. Y es que la ansiedad no es lo mismo que el
miedo.

Miedo y Ansiedad: Similares, pero diferentes

El miedo es una emoción básica. Nacemos con ella. Se dispara en cuanto nos
enfrentamos a algo que no entendemos o que percibimos cómo peligroso para nosotros.
Un buen ejemplo son las arañas. Mucha gente les tiene pánico. En cuanto encuentran
una, su corazón empieza a latir, su cuerpo reacciona y salen corriendo.
Ahora ya, una vez desaparece la araña, el miedo se desvanece y la persona
vuelve a estar tranquila. Lo que parecía peligroso ya no está y el miedo se fue con ello.
Se dice, por eso, que el miedo es una emoción de corta duración disparada por
una amenaza concreta y presente en el momento.

La ansiedad, por otro lado, es una emoción parecida al miedo, pero no del todo.
Se dispara cuando intuimos que nos va a pasar algo en el futuro, pero no sabemos ni qué
ni cuándo. Quizás nos hagamos una idea, pero no estamos del todo seguros de que va a
pasar o, siquiera, si va a pasar. Por ejemplo, si cogemos a esa persona que tiene miedo a
las arañas y le decimos que venga a nuestra casa del pueblo, donde sabe que hay arañas,
esa persona no tendrá miedo, sino ansiedad.

En cuanto entre en la casa, va a estar histérica, mirando cada pared, cada
esquina, cada recoveco donde podría haber una araña. No sabe si se va a encontrar
alguna, no sabe cómo será (si grande o pequeña; de patas cortas o patas largas…) y no sabe siquiera lo que le hará ¿Crees que esa persona estaría tranquilamente relajada en nuestra casa del pueblo? Yo no lo creo.
Por eso se dice que la ansiedad es una emoción de larga duración disparada por
una amenaza difusa, incierta, que vendrá en algún momento del futuro.

¿Es mala la ansiedad?

Sí y no.
Cómo he dicho, todos hemos sentido ansiedad alguna vez. Es una de las
experiencias más naturales de la vida. La incertidumbre en nuestro futuro, en nuestro
trabajo, en nuestras relaciones (de pareja o de amistad) es un sentimiento por el que
todos pasamos y eso mismo causa ansiedad.
Nuestro amigo temeroso de las arañas está sufriendo una ansiedad enorme,
porque no puede saber si hay arañas o no y, si hay, dónde están. Sin embargo, en
cuando salga de nuestra casa, la ansiedad se reducirá porque esa amenaza (la araña) ya
no es posible que se presente.
Este ejemplo, sin embargo, es muy sencillo. En nuestra vida, nuestros problemas
no son sólo las arañas. La inestabilidad laboral, conocer a gente nueva, los problemas de
pareja, las presiones escolares, la exigencia de nuestra sociedad de mostrar que somos
exitosos… Todas estas cosas nos empujan a un estado perpetuo de no saber qué nos va a
pasar y eso genera una Ansiedad esperable.

Vale. Entonces, la ansiedad no es mala.
No exactamente. La ansiedad es como el tiempo. En dosis muy grandes, es
perjudicial para la salud.
Vuelve a las preguntas del principio y responde a otra más:

¿La ansiedad es muy frecuente en tu vida? Trastorno de ansiedad generalizada

Si la respuesta es sí, es posible que también te hayas sentido cada vez más
insatisfecho; cada vez más cansado; cada vez más infeliz. A lo mejor te has sentido cada
vez más irritable o menos capaz de hacer las cosas del día a día, como si estuvieses
paralizado por el miedo a que pase algo.
Es posible que esta emoción tan presente en tu vida esté empezando a deteriorar
tu disfrute, tus relaciones sociales, tu trabajo, tu vida familiar… Quizás está empezando
a hacer que te sientas como un esclavo de lo que pueda venir a continuación, del “no sé
qué va a ser de mí”, del “si no estoy seguro, no puedo estar tranquilo”.
Si sientes que todo esto está empezando a pasar en tu vida, es posible que estés
padeciendo lo que se conoce como un Trastorno de Ansiedad Generalizada, un
problema psicológico que sufre alrededor del 5% de la población española y que supone
una enorme fuente de estrés personal y malestar.
Si crees que esto corresponde contigo, desde la Clínica Persum recomendamos
que contacte con uno de nuestros especialistas para que podamos
ayudarle a aprender a hacer que esa ansiedad no le impida vivir una vida plena y
satisfactoria.