Por
Esther Blanco
, última actualización el 31/10/2019
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Se puede distinguir una etapa anterior a la psicosis con síntomas distintos y de menor intensidad. Distinguir estas etapas anteriores es de gran importancia puesto que es el mejor momento para una intervención biopsicosocial.
ETAPA PRODRÓMICA
La constituye el primer síntoma inespecífico hasta la aparición del primer síntoma positivo. Esta etapa es variable. La persona puede vivirla dentro de un trastorno de la personalidad, problemas con las drogas, dificultades en las relaciones interpersonales, trastornos del estado de ánimo, problemas en la adolescencia, síndrome negativista desafiante, etc.
Esta etapa tiene un promedio de 2 a 6 años de duración.
Síntomas:
Miedos
Nerviosismo
Inquietud
Falta de energía
Lentitud
Depresión
Desconfianza
Disminución del rendimiento
Retraimiento social
Cefaleas, otras molestias
Pérdida de la libido
Irritabilidad
Ideas de suicidio
Promiscuidad sexual
Comportamiento autoagresivo
Ansiedad
Dificultades en el pensamiento y concentración
Inseguridad
Trastornos del sueño y apetito
Hipersensibilidad
Cambios en los afectos habituales
Disminución de la concentración atención
Falta de interés
Síntomas obsesivos y/o compulsivos
ETAPA PREPSICÓTICA
Comienza con la aparición del primer síntoma positivo hasta que se inicia el brote, de manera gradual o aguda. En esta etapa el paciente puede experimentar una alucinación, un delirio, o una depresión. En esta etapa es fácil que la persona presente comportamientos como el aislamiento, peleas frecuentes, problemas interpersonales, dificultades en las relaciones con los padres, profesores o iguales. Problemas de pareja, consumo de drogas o incluso delitos.
Aparece el humor delirante y las percepciones delirantes e interpretaciones del entorno de forma autorreferencia. El mundo se vuelve amenazante para el paciente y éste lo vive de forma angustiosa. Es por ello que el paciente comienza a dar significados a los sucesos de su entorno cuando realmente es él el que está cambiando.
Por ejemplo una persona comienza a creer que sus amigos y compañeros de trabajo están contra él y realizan acciones para hacérselo saber. La persona sufre con la sensación de boicot al que cree estar enfrentándose.
Esta etapa es corta y tiene un promedio 3 a 12 meses.
De esta etapa surgen los primeros síntomas positivos.
BROTE PSICÓTICO
Del estado anterior emergen la variedad y pluralidad de síntomas positivos que hacen que el paciente pierda el contacto definitivo con la realidad y donde puede volverse peligroso para sí mismo o para terceros.
Los síntomas positivos pueden ser:
Alucinaciones: engaños de los sentidos, percepciones que no reflejan la realidad pero que el paciente vive como completamente reales. Por ejemplo ver a una persona donde otros no la ven, oler algo que otros no huelen u oír algo que los otros no oyen (estas son las alucinaciones más frecuentes en el enfermo esquizofrénico). Las alucinaciones también pueden ser de tipo gustativo o táctil aunque suelen ser menos frecuentes.
Delirios:son convicciones erróneas sin base real. El paciente está convencido de algo que va en contra de la lógica y por lo tanto estos pensamientos son irrefutables por la lógica. Los delirios suelen ser complejos y sistematizados siendo algunas veces un entramado de ideas que pueden formar una historia. Por ejemplo un paciente esquizofrénico puede pensar existe un complot en contra de él estando todos los políticos de la nación implicados en dicho complot, estos políticos le tienen controlado por medio de la televisión de su casa. Los delirios pueden ser:
Pasionales: como por ejemplo el delirio celotípico (tener celos de la pareja sin razones evidentes.
Delirios sensitivos que se refiere a conflictos con una o más personas.
Delirios de interpretación como por ejemplo el pensar que existe una conspiración en contra de la persona o que alguien quiere envenenarle.
Delirios de imaginación (parafrenias) expansivos como por ejemplo los de grandeza, creerse una persona importante sin serlo.
Trastornos de pensamiento y del lenguaje: las argumentaciones ilógicas, la incoherencia en lo que la persona esquizofrénica relata, el descarrilamiento en el lenguaje, el habla rápida (logorrea), la falta de atención a lo que ocurre a su alrededor y la inconexión en lo que dice son algunos ejemplos de estos trastornos en los pacientes esquizofrénicos.
ETAPA POST-BROTE
FUENTE: REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA NEUROPSIQUIÁTRICA Alcmeon número 51. Año XV, vol. 13, nº3, noviembre de 2006
Constituye la llamada esquizofrenia residual. Tras la sintomatología propia del brote psicótico, aparecen los síntomas negativos en grado variable. Una complicación en esta etapa es la depresión post-brote que puede predisponer al paciente a riesgo del suicidio.
Los síntomas negativos pueden ser:
Pobreza afectiva: en los pacientes esquizofrénicos existe un empobrecimiento emocional. Ni las emociones positivas son intensas ni tampoco las negativas. Esa pobreza emocional se manifiesta en los gestos poco expresivos sobre todo faciales. Los movimientos son mecánicos y predomina una falta de espontaneidad incluso en el habla. La alegría la manifiesta de forma artificial e inapropiada al contexto. La afectividad es plana y no ondula como en las otras personas. Las relaciones interpersonales son por tanto distantes ya que la falta de emocionabilidad les impide empatizar correctamente con las demás personas.
Alogia: la alogia es el empobrecimiento del pensamiento. La persona esquizofrénica muestra una baja capacidad asociativa, un lenguaje pobre, estereotipado y repetitivo que usa contenidos simples. Las cogniciones son lentas con muy poco pensamiento alternativo.
Apatía: también conocida como abulia, es la falta de interés en lo cotidiano que aparece continuamente en el paciente esquizofrénico. La persona no tiene inquietudes, no muestra curiosidad por las cosas: esto se manifiesta en todas las facetas de su vida incluso en su higiene o en su forma de vestir.
Anhedonia: es la falta de disfrute de las cosas. Muy ligada a la apatía, no muestra interés por algo que a otras personas les causa disfrute. Esta anhedonia difiere de la anhedonia en los depresivos en que en los pacientes esquizofrénicos es crónica y no está acompañada de sentimientos de tristeza.