La Covid persistente o el covid prolongado aumenta los problemas de la salud
mental, tal como se ha observado en varios pacientes, quienes han acudido a los
centros de Atención Primaria, sufriendo los síntomas incluso meses después de
haber superado la enfermedad.
Un gran porcentaje de pacientes que han sufrido de covid persistente señalan que ahora padecen de trastornos emocionales o psicológicos.
Muchos de estos síntomas son de origen neurocognitivo, tales como las
afectaciones de la atención, alteraciones en la memoria o la concentración, lo cual
repercute de forma negativa en la cotidianidad, trayendo consigo depresión y
angustia en quien lo padece.
Algunos especialistas consideran que estos síntomas se dan con más frecuencia
en los pacientes que han sufrido los casos más severos de covid-19, sobre todo
aquellos que han estado ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos por
más tiempo.
Tabla de contenidos
Autores con Shin Jie Young, en su estudio sobre el covid prolongado y los factores
de riesgo, señalan que la enfermedad de la covid-19 todavía no se comprende del
todo, puesto que afecta a todos los sobrevivientes, incluyendo a los adultos,
jóvenes y niños, además de personas que no han estado hospitalizadas.
Shien Jie Young también indica que, si bien puede faltar una definición precisa de
covid prolongado, los síntomas más comunes que han sido informados en muchos
estudios contemplan la fatiga y la disnea, las cuales persisten meses después de
padecer covid-19 agudo. También reporta que otros síntomas persistentes pueden
incluir deficiencias cognitivas y mentales, dolores en el pecho y las articulaciones,
palpitaciones, mialgia, disfunciones del olfato y el gusto, entre otros que son de
orden fisiológico.
Por otro lado, L. Sher, en su trabajo sobre el síndrome post covid y el riesgo de
suicidio , acota que los síntomas psiquiátricos persistentes entre los sobrevivientes
de covid-19 son la ansiedad, la depresión, los síntomas postraumáticos y el
deterioro cognitivo, los cuales pueden relacionarse con factores psicológicos y daño neurobiológico.
L. Sher afirma que existe una alta probabilidad de que los síntomas de
enfermedades psiquiátricas, neurológicas y físicas, así como el daño inflamatorio
en el cerebro en individuos con individuos con síndrome post-covid, aumenten la
ideación y el comportamiento suicida en dichos pacientes.
Asimismo, se destaca que, en los sobrevivientes de covid-19, aumenta la ideación
y el comportamiento suicida, por lo que se requiere con urgencia estudios de
tendencias suicidas en sobrevivientes de covid-19, puesto que un manejo
apropiado de las condiciones psiquiátricas, neurológicas y médicas pueden reducir
el riesgo de suicidio entre los sobrevivientes de covid-19, con o sin síndrome de
post-covid.
En un orden de ideas similar, Samir El Sayed, en su investigación sobre la fatiga,
la anhedonia y su correlación con el período post-recuperación, indica que la
personas infectadas por el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) han experimentado
diferentes manifestaciones psiquiátricas durante el período de infectividad y la
infección posterior a la covid-19, entre las que destaca la fatiga y la anhedonia,
como manifestaciones más frecuentes luego de la recuperación.
Cabe señalar que las personas mayores también se encuentran proclives a sufrir
de trastornos emocionales, sobre todo debido a la soledad que se ha impuesto
con la pandemia y ahora tienen mayor dificultad para recuperar el proceso de
socialización, bien sea por temor o porque no se sienten con buen humor para
ello.
A modo de resumen, es posible acotar que los trastornos mentales que más se
han observado en la población adulta son los síndromes depresivos, los trastornos
de angustia e incremento de sustancias, mientras que en la población más joven
se observa depresión, angustia, conductas autolesivas y brotes psicóticos.
Cuando se habla sobre los síntomas psicológicos relacionados con la pandemia,
también se destaca el hecho de que muchas personas no han podido despedirse
de sus seres queridos y esto les ha impedido hacer un duelo de forma adecuada,
lo cual supone un malestar emocional y el llamado duelo complicado.
De lo anteriormente expuesto se deduce que es urgente un mayor número de
profesionales especializados en salud mental, es decir, se requiere de más
psicólogos, psiquiatras y enfermeras de salud mental en Atención Primaria.
Los síntomas que son inespecíficos, es decir, aquellos que no se clasifican como
ansiedad, depresión o estrés postraumáticos, en personas recuperadas por covid-
19, reciben el nombre de niebla mental, mejor conocido como síndrome de fatiga
crónica.
Esta condición es compleja e incapacita a las personas que lo padecen, pues, la
persona manifiesta una fatiga que es abrumadora y que le impide efectuar sus
actividades cotidianas, lo cual se puede asociar al estrés propio de la cuarentena,
a la infección en sí o el temor de contagiar a los demás, sumado al hecho de que el covid-19 afecta a las neuronas, es decir, que se trata de un virus neurotrópico,
debido a las citosinas observadas en el estado inflamatorio.
La persona con covid persistente también puede presentar delirios, cuadro
psicótico y una psicosis aguda producida por la suspensión abrupta del
tratamiento con corticoide.
Es de tener presente que el síntoma de la cognición alterada ha sido informado en
pandemias anteriores, tales como la pandemia de influenza en 1889 y la gripe
rusa en 1892; la pandemia de gripe española, de 1918-1919, la difteria, la
encefalitis letárgica y miálgica.
La cognición alterada que induce la niebla cerebral se debe a la alta carga viral
que afecta al Sistema Nervioso Central, lo cual compromete a las neuronas con
metabolismo energético, por lo cual, el desarrollo de la niebla cerebral se puede
considerar como un mecanismo por parte del virus que contribuye a su
supervivencia y propagación.
Por último, cabe señalar que Michael Marshall, en su artículo publicado por la
revista Nature y titulado Cómo el covid-19 puede dañar el cerebro, reseña que las
complicaciones menos comunes incluyen daño a los nervios periféricos, típico del
síndrome de Guillain-Barré, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático.
Sin embargo, queda mucho por investigar, ya que muchos neurocientíficos se
preguntan por qué el cerebro se ve afectado y, a pesar de que el patrón de
trastornos es bastante consistente, los mecanismos subyacentes aún no están
claros.
-El Sayed, S., Shokry, D., & Gomaa, S. M. (2021). Post-COVID-19 fatigue and
anhedonia: A cross-sectional study and their correlation to post-recovery
period. Neuropsychopharmacology reports, 41(1), 50–55.
https://doi.org/10.1002/npr2.12154
-Marshall, M. (2020). How covid-19 can damage brain.
https://www.nature.com/articles/d41586-020-02599-5
-Sher L. (2021). Post-COVID syndrome and suicide risk. QJM : monthly journal of
the Association of Physicians, 114(2), 95–98.
https://doi.org/10.1093/qjmed/hcab007
-Yong S. J. (2021). Long COVID or post-COVID-19 syndrome: putative
pathophysiology, risk factors, and treatments. Infectious diseases (London, England), 53(10), 737–754. https://doi.org/10.1080/23744235.2021.1924397
