La época de Modernidad en la que vivimos desde la Revolución Industrial nos ha proporcionado numerosos avances (casas más cómodas, coches, ocio, ordenadores, etc) que han supuesto un aumento en la confortabilidad de todos nosotros. Es en esta época donde nace el concepto de trabajo que hoy en día conocemos como fuente para producir una mayor riqueza, pero: ¿qué riqueza?, ¿somos cada vez más felices?
Los problemas que se generan en la relación del hombre con el trabajo son cada vez mayores. No se trata de problemas que hayan aparecido por primera vez en nuestra sociedad, pero van en aumento. El estrés ha sido identificado como uno de los riesgos emergentes más importantes en el panorama laboral actual. En al Comunidad Europea, el estrés relacionado con el trabajo afecta a casi uno de cada tres trabajadores, y en la población española, los datos que ofrece las diferentes sobre condiciones de trabajo realizadas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social e Higiene en el Trabajo apuntan en la misma dirección. En la relación del hombre con el trabajo también es fuente de estrés el hecho de no tenerlo.
El trabajador de hoy se enfrenta al ESTRÉS que supone la precariedad de los empleos, las malas condiciones de trabajo, el agotamiento emocional y falta de realización personal que culmina con la sensación de estar quemado (BURNOUT). También relacionado con el estrés están las relaciones entre los miembros de las organizaciones en las que prima la rivalidad y la competitividad y que tanto favorecen el desarrollo del MOBBING o acoso psicológico en el trabajo y el DESEMPLEO. Todo ello puede alterar la salud de un individuo de forma grave.
En este contexto nace la Prevención de Riesgos Laborales que atiende a los Daños derivados del trabajo, entendidos éstos como aquellas enfermedades, patologías o lesiones sufridas con motivo u ocasión del trabajo.
Ahora bien, solo los Accidentes de trabajo y las Enfermedades Profesionales son daños derivados del trabajo reconocidos legalmente por la Seguridad Social. El resto de problemas relacionados con el trabajo como el estrés, mobbing o el burnout tan sólo son reconocidos desde un punto de vista jurídico a golpe de sentencia. Esto conlleva, entre otros, a que en la práctica diaria los problemas relacionados no sean atendidos como se merecen desde el punto de vista empresarial. Aunque poco a poco la política de la prevención de riesgos psicosociales va calando más en la sociedad.
El resultado son PERSONAS QUE SUFREN las consecuencias del estrés, del desempleo, del burnout y del mobbing y que en muchas ocasiones no saben cómo hacerles frente.
Los problemas relacionados con el trabajo han de abordarse desde dos puntos de vista:
Para poder abordar los problemas derivados de la relación con el trabajo se requiere de una formación especializada que reconozca la fuente de estrés proveniente de la organización y los factores psicosociales que correlacionan con aquella.
Algunas de las técnicas demostradas eficaces son: