PERSUM Clínica de Psicoterapia y Personalidad
Calle Uria, 18, 3º derecha, 33003 Oviedo, Asturias (ESPAÑA)
Inicio > Actualidad > La generación de la psicoterapia
Actualidad

La generación de la psicoterapia

Publicado el 17/02/2024
en .
Por Esther Blanco , última actualización el 17/02/2024
Compartir:

Entrevista a Esther Blanco y Andrés Calvo para el Especial Salud de La nueva España, junto a otros profesionales:

«La generación de la psicoterapia»

Fantástico resumen de La Nueva España. No todo es psicofármaco y no todo es terapia.
El fármaco para el paciente grave. La terapia para quien esté dispuesto a reflexionar. «Ética, responsabilidad, dignidad, esfuerzo, formación, resiliencia, tomar consciencia».

 

Esta es la entrevista completa de Esther Blanco:

¿Cuáles son las causas de la creciente demanda de ayuda psicológica y psiquiátrica que se registra en la actualidad?

La salud mental está de moda. Considerar que la pandemia ha establecido un antes y un después en términos de salud mental es un argumento pueril. Si bien es cierto que la salud mental se ha popularizado más, e incluso ha disminuido el estigma que pesaba sobre ella, los malestares eran anteriores a la pandemia. El momento no ha podido ser aprovechado con la finalidad de mejorar la salud mental. Las lecturas trasversales de los acontecimientos pueden resultar atractivas porque simplifican a realidad. Poner el foco en una época determinada dará luz, pero estará gravemente sesgado. La historia de la salud mental es longitudinal y tremendamente compleja: la sociedad, cada vez más individualista; el sistema capitalista, moldeando el término salud mental; las familias, abandonando la educación en manos de la tecnología; la política, al servicio de intereses particulares; el individuo, cada vez menos legitimado para el cuidado de su salud; los profesionales de la salud metal, persiguiendo síntomas para ser “curados” rápidamente; la prensa retratando los fenómenos que observa, sin recorrido o tiempo para la reflexión. Se trata de una tormenta perfecta.

¿dónde deben ponerse los acentos para dar respuesta a este panorama?

Voy a colocar una posible solución del lado de los expertos. No siendo la única, es una posible. Podemos empezar a romper círculos viciosos. El paciente solo es una “víctima” en esta larga historia. El paciente sufre y busca ayuda. No le podemos responsabilizar de querer solucionar sus problemas.

Los profesionales no debemos olvidar que la historia de la enfermedad mental y su construcción se encuentra llena de luces y sombras tanto de la psiquiatría como de la psicología. Sirva solo a modo de ejemplo cómo la industria farmacológica consiguió popularizar los ISRS (Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina) con el nombre de “antidepresivos”. Una solución aparentemente “sencilla” para un problema complejo. Los beta bloqueantes, siendo de utilidad en el campo de la cardiología, no han sido popularizados del mismo modo. La psicología tampoco ha conseguido escapar del mercantilismo de la salud: gestión de las emociones, pautas, consejos, venta indiscriminada de salud. Si un día la psiquiatría fue acusada de reduccionista y biologicista, desdeñada al punto de demonizar al psicofármaco, hoy la psicología está perdiendo su dignidad a golpe de “remedios”.

¿Qué puede hacer cada ciudadano individual para afrontar su granito de arena?

Cada ciudadano ha de aprender a responsabilizarse, asumir y reflexionar sobre cuestiones relacionadas con la salud mental. Es otra forma de “deshacer la tormenta perfecta”. Hemos de tomar mayor consciencia de que la salud mental se construye dentro de una familia desde el momento en el que un bebé se relaciona con sus figuras de apego. La construcción de la identidad está inexorablemente unida a las relaciones que se mantienen entre los miembros de una familia. Saber disponer de una personalidad madura, flexible y saludable, con capacidad de relacionarse con el resto de la comunidad de forma satisfactoria, se aprende dentro del contexto familiar. No asumir nuestra responsabilidad como educadores de nuestros hijos permitiendo que las nuevas tecnologías, el colegio o el psicólogo asuman el papel de educadores en salud, es un grave error que alimenta el círculo vicioso.

En lugar de seguir aumentando la sobrecarga de los profesionales de la salud mental, incitar a un mayor consumo de fármacos o de psicoterapia low cost, que nos indica cómo son las cosas, en ocasiones con discursos paternalistas, debemos como ciudadanos mirar hacia las condiciones que hacen que la ansiedad y la depresión se hayan convertido en una epidemia.

Deconstruir falsas expectativas en términos de salud mental no cayendo en la utopía de la felicidad. No recurrir al uso del psicofármaco como primera opción. Sopesar muy seriamente si se quiere participar de una psicoterapia, siendo esta un proceso de reflexión personal profundo. No hay soluciones fáciles, ni rápidas.

Fomentar unas relaciones familiares saludables, aumentar las redes de apoyo social, limitar al máximo la vida online en detrimento del juego entre iguales y la comunicación cara a cara. Limitar el consumo de psicofármacos a la patología grave o considerar una ayuda psicológica que permita reflexionar más allá del atajo rápido del síntoma.

 

 

Compartir:
Wordpress Social Share Plugin powered by Ultimatelysocial