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El suicidio

Publicado el 12/03/2020
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Por Esther Blanco , última actualización el 12/03/2020
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SUICIDIO

El suicidio es considerado un problema de salud pública, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de un millón de personas se suicida al año en el mundo y llega a ser la tercera causa de muerte entre los adolescentes y adultos jóvenes, siendo esta franja de edad y los mayores de 60 años un grupo de riesgo importante. En España las cifras duplican las de muertes por accidente de tráfico.

Más que hablar de suicidio lo correcto sería hablar de conducta suicida dentro de la cual se englobarían: suicidio consumado, tentativa o intento de suicidio e ideación suicida. El suicidio consumado hace referencia a la muerte autoinfligida; el intento de suicidio sería la autolesión con resultado no fatal pero acompañado de evidencia de que la persona tenía intención de morir. La ideación suicida se refiere al pensamiento que tiene una persona de provocar su propia muerte.

El suicidio es más frecuente en varones que en mujeres, recurriendo ellos a métodos de mayor letalidad que ellas. Sin embargo los intentos de suicidio son más frecuentes en mujeres.
Un concepto que también tiene relevancia es el de suicido asistido, como un caso particular en el que se ayuda a morir a una persona que ha tomado la decisión de forma racional (por ej. casos de graves enfermedades físicas incapacitantes), pero no tiene la capacidad de llevar a cabo por sí solo el suicidio. Aunque no es de este tipo de suicidio del que cabe hablar aquí.

Medidas de ayuda inmediatas frente al deseo de muerte

  • Contar con una adecuada red de apoyo social puede ayudar a prevenir el suicidio en personas que estén contemplando esta posibilidad
  • No tener cerca elementos que pueda contribuir a incrementar el riesgo de suicidio como pueden ser armas o medicamentos.
  • Estar atento aunque sin dejar de conservar la calma.
  • Hablar con la persona mostrándole que nos hacemos cargo de sus sentimientos en ese momento, no tener temor a hablar abiertamente del suicidio.
  • También puede resultar de ayuda contar con tarjetas en las que figuren los números de teléfono de personas (tanto profesionales como familiares o amigos) con las que contar en caso de ideación suicida.
  • Si la persona ha manifestado su idea de hacerse daño, no dejarla sola y aumentar la vigilancia; transmitiéndole que la situación en la que está tiene salida.

 

Signos que advierten sobre el suicidio

En las personas que presentan o pueden presentar tentativa de suicidio es útil estar atento a una serie de cambios que se pueden observar como:

  • Mayor tristeza
  • Ideas de suicidio
  • Escribir notas de despedida
  • Entregar posesiones valiosas
  • Mayor aislamiento
  • Aumento en el consumo de alcohol,  drogas o sustancias psicoactivas
  • Presencia de trastornos en el sueño y en el apetito.
  • Amenaza de dañarse, buscar medios para suicidarse o buscar un plan para hacerlo.
  • Hablar o escribe sobre la muerte
  • Sentimientos de desesperanza, ira, rabia o venganza
  • Realizar conductas de riesgo innecesario o irresponsables
  • Verbalizar  sentimientos de no ver una salida
  • Mostrar ansiedad o agitación

Causas del suicidio

Un modelo explicativo de la conducta suicida que tiene en cuenta diferentes variables que pueden influir en dicha conducta es el modelo de diátesis-estrés, según este modelo el suicidio sería resultado de la interacción de factores estresantes (estrés) como por ejemplo un trastorno mental que se descompensa o bien una crisis psicosocial; junto con una cierta predisposición de la persona (pesimismo, desesperanza, impulsividad). En cualquier caso, es importante no olvidar la subjetividad de la persona considerando aspectos como su historia,personalidad y contexto en el que se encuentra inmerso.

Factores de riesgo en el suicidio

En lo relativo a factores de riesgo, el principal factor de riesgo de suicidio consumado es haber tenido una tentativa previa suicida; la existencia de problemas de salud mental es otro de los factores de riesgo de suicidio (en este sentido el trastorno bipolar, la depresión mayor y las conductas adictivas son los problemas de salud mental con mayor riesgo de suicidio).
Los trastornos de personalidad tienen una relevancia especial en lo que a suicidio se refiere ya que pueden predisponer a problemas mayores de salud mental como por ejemplo el alcoholismo o la depresión; o bien conducir a problemas en relaciones interpersonales generando acontecimientos vitales estresantes que no se sienten capaces de manejar. Como rasgos de personalidad que más se han relacionado con el suicidio están:

  • Desesperanza
  • Neuroticismo
  • Extraversión
  • Presencia de agresividad
  • Impulsividad
  • Ira, irritabilidad, hostilidad
  • Ansiedad.

Los trastornos de personalidad en los que con mayor frecuencia se da el suicidio son el trastorno límite de personalidad y el trastorno antisocial de personalidad.

Otro de los factores de riesgo es poseer nivel socioeconómico bajo que lleva aparejada una pérdida de calidad de vida y un aumento del sufrimiento; presencia de maltrato físico y/o abusos. Factores que se ha visto que también influyen en la conducta suicida son: desempleo, problemas financieros y problemas de pareja.

Respecto a la edad, hay mayor riesgo de intentos de suicidio y de suicidios consumados en la adolescencia y en edades avanzadas. En el caso de las personas mayores hay que tener en cuenta factores de riesgo como el deterioro asociado a la edad (enfermedades incapacitantes, pérdida de autonomía); siendo también un importante factor de riesgo el aislamiento social y la soledad que ello conlleva.

Consumo de antidepresivos y mayor riesgo suicida

El consumo de antidepresivos asociado a un mayor riesgo de suicidio es un asunto plagado de controversia. En la década de los 90 del pasado siglo un estudio de Teicher et al. (1990) apuntaba que la fluoxetina podría aumentar o inducir la conducta suicida en la infancia y la adolescencia. Respecto a este tema, un factor importante a tener en cuenta es la edad; así en el caso de niños se sugiere no utilizar Inhibidores Selectivos de la Recaptación de Serotonina (ISRS). En general en poblaciones menores de 25 años podría asociarse el uso de antidepresivos a un mayor riesgo de suicidio. En franjas de edad como la que se sitúa entre 25-64 años no se daría este mayor riesgo suicida, y en el caso de personas mayores de 65 años los antidepresivos tendrían papel protector frente al riesgo de suicidio.

En pacientes con trastorno bipolar sí parece existir un mayor riesgo de suicidio si el tratamiento con antidepresivos no se combina con tratamiento mediante estabilizadores del ánimo. En el caso de pacientes con trastorno bipolar y riesgo de suicidio el litio sería el tratamiento de elección.

En lo que respecta a los pacientes con trastorno límite de la personalidad u otros trastornos de la personalidad, caracterizados por presentar alta impulsividad se recomienda el uso de antipsicóticos a dosis bajas para el control de los impulsos.

Prevención del suicidio

Como un factor fundamental de prevención estaría la sensibilización a la población general respecto al suicidio dando a conocer más acerca de esta problemática para evitar que se convierta en un tema tabú, favoreciendo una mejora de los conocimientos acerca de los problemas de salud mental y de las personas que padecen esta problemática.
Pensando en la población adolescente, sería útil formar a profesores en detección de situaciones de riesgo dada su cercanía con esta población.

En el caso de las personas mayores se debería proporcionar información y formación a trabajadores sociales que suelen estar en contacto con esta población valorando el estado general (nivel de dependencia, valoración de apoyos sociales, problemas de salud, etc.)

A nivel preventivo general en poblaciones susceptibles de cometer intento de suicidio, resultaría importante limitar el acceso a los métodos más utilizados, debiéndose favorecer cierto grado de control externo y aumentar el apoyo familiar y social de estas personas. En relación a la familia, dado su papel como factor de protección la sensibilización familiar ante este tipo de problemática se hace especialmente importante. Es importante que los familiares sepan identificar signos de riesgo y que sepan dónde acudir o dónde contactar.
A nivel de la sociedad en su conjunto, los medios de comunicación pueden desempeñar un papel esencial mediante campañas de concienciación sobre el suicidio ofreciendo además información relativa a contactos y teléfonos de interés a los que recurrir en caso de necesidad.

Los profesionales de la salud (médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales) son un conjunto de población en el que también resultaría conveniente realizar labores de sensibilización y sobre todo formales en la atención a personas con tentativa de suicidio.

Juegan un papel importante a la hora de registrar nuevos casos y sobre todo en la intervención, en el caso de los médicos cuidando aspectos como el acceso a fármacos por
prescripción médica que muchas veces pueden emplearse en las tentativas de suicidio; valorando siempre el riesgo/beneficio de dicha prescripción y realizando seguimientos
frecuentes. En los servicios de salud mental se deberían desarrollar programas de formación continuada relacionada con el manejo de este tipo de pacientes.

Suicidio en niños y adolescentes

El interés en el estudio del suicidio infanto-juvenil está justificado dado que este fenómeno se da de manera cada vez más frecuente, siendo el suicidio una de las tres principales causas de muerte en el grupo de jóvenes entre 15-24 años.

Como factores de riesgo asociados a suicidio en estas edades se encuentran:

  • Depresión, desesperanza (expectativas negativas sobre el futuro)
  • Pertenecer a familia disfuncional (falta de comunicación, discusiones, alta emoción expresada, fa lta de cohesión familiar)
  • Abuso de sustancias tóxicas, fracaso escolar y situaciones de acoso (bullying y ciber-bullying).

Existe cierta discusión respecto a si en los casos de suicidio en edad infanto-juvenil hay un continuo desde ideación suicida hasta cometer el acto suicida o si bien hay características diferenciales entre la población infanto-juvenil que se suicida. Entre aquellas estudiosos del tema que señalan que hay características diferenciales se apunta que habría dos subgrupos diferenciales entre la población infanto-juvenil que comete actos suicidas.

Por un lado estaría un subgrupo en el que predominaría la presencia de trastornos psiquiátricos y factores ambientales negativos (por lo que el diagnóstico precoz y la prevención se convierten en fundamentales).

Por otro lado estaría el grupo en el que predominaría la impulsividad, en el que el suicidio no sería algo premeditado sino más bien una respuesta a un acontecimiento
vital estresante.
A nivel social, es importante también el papel que está desempeñado internet como medio de difusión de información sobre métodos de autolesión o de comisión de actos suicidas.
Igualmente importante es la ausencia de referentes sólidos en los que los jóvenes se puedan fijar.
En cualquier caso, el objetivo de estudiar el suicidio en este grupo de edad tiene que ser garantizar un diagnóstico precoz e implementar las medidas necesarias de prevención e intervención ante tentativas de suicidio.

Atlas nacional sobre el suicidio

El mayor atlas nacional de los riesgos de muerte, con datos de casi 10 millones de fallecimientos nos permite conocer el riego por suicidio por municipios.
El mapa nos permite seleccionar suicidio dentro del apartado «Causas» y definir el municipio que queremos consultar.

https://elpais.com/…/2…/02/05/ciencia/1580906716_232241.html

Referencias bibliográficas:

Ayuso-Mateos J.L et al. Recomendaciones preventivas y manejo del comportamiento suicida en España. Revista de Psiquiatría y Salud Mental (2012); 5(1): 8-23
Navarrete Betancort E.M., Herrera Rodríguez J., León Pérez P. Los límites de la prevención del suicidio. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (2019); 39 (135): 193-214 Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. I. Evaluación y Tratamiento. Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t); 2010. Guías de Práctica Clínica Enel SNS: Avalia-t 2010/02
Servicio Andaluz de Salud. Recomendaciones sobre la detección, prevención e intervención de
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Picazo-Zappino J. El suicidio infanto-juvenil: una revisión. Actas Españolas de Psiquiatría. 2014; 42(3):125-32.

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