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Depresión

Depresión mayor

Los sentimientos depresivos han llegado de forma rápida e inesperada, ocasionados por una pérdida importante como el fallecimiento de una persona muy querida, una separación dolorosa, la pérdida de un trabajo, de una oportunidad..

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Publicado el 10/02/2020.
Por Esther Blanco , última actualización el 23/03/2020
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El rasgo principal de la depresión mayor es un estado de ánimo bajo o tristeza durante la mayor parte del día y durante un periodo de tiempo considerable (al menos, dos semanas), con pérdida del interés en las actividades habituales, incapacidad para disfrutar y obtener placer. En los niños y en alguno adultos, el estado de ánimo puede ser de irritabilidad, en lugar de tristeza.

En la clínica Persum somos psicólogos especialistas en el tratamiento de la depresión en Oviedo, Asturias. Solicite una cita o cuéntenos en qué podemos ayudarle.

¿Qué es la depresión mayor?

La depresión mayor forma parte de los denominados trastornos del estado del ánimo. Una depresión mayor se caracteriza por que el individuo se encuentra con un ánimo deprimido, triste, desesperanzado o desanimado. Va más allá de una tristeza normal y pasajera.

La depresión mayor afecta al conjunto de sentimientos, pensamientos y conductas de quien lo padece, produciendo interferencias en todas las áreas de la vida: personal, laboral y relacional. Casi siempre se produce una pérdida del interés o del placer en actividades que anteriormente resultaban estimulantes para la persona.

Los familiares suelen notar un mayor aislamiento social y abandono de pasatiempos. En comparación con niveles previos, también suele haber una disminución de la actividad sexual.

Causas de la depresión mayor

Algunas «formas de ser» o rasgos de personalidad, predispone para padecer depresión alguna vez en la vida, entre ellos la personalidad dependiente y evitativa. Los acontecimientos adversos durante la infancia también constituyen un potente factor de riesgo, por ejemplo, malos tratos o tener padres con psicopatologías.

Los acontecimientos vitales muy estresantes pueden actuar como precipitantes de depresión. Por último, influyen también factores genéticos. La heredabilidad de la depresión se calcula en un 40 %.

Síntomas frecuentes de la depresión mayor

Según el DSM-5, el manual de diagnóstico para las enfermedades mentales, la depresión se diagnostica en base a cinco o más de los siguientes síntomas (al menos uno de estos síntomas ha de ser estado de ánimo deprimido o pérdida de interés o de placer):

  • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día la mayoría de los días
  • Disminución importante del interés o el placer por casi todas las actividades
  • Pérdida o ganancia importante de peso, sin pretenderlo
  • Insomnio o hipersomnia
  • Agitación o retraso psicomotor (observable por otros)
  • Fatiga o pérdida de energía
  • Sentimiento de inutilidad
  • Culpabilidad excesiva
  • Disminución de la capacidad de concentración
  • Pensamientos de muerte recurrentes
  • Ideación suicida

Depresión mayor: qué es, causas, síntomas y tratamiento en la Clínica Persum de Oviedo.

Tipos de depresión mayor

Según la comorbilidad de síntomas, la depresión puede presentarse de diferentes maneras:

Con ansiedad

Cuando el paciente se siente nervioso, inquieto o con miedo.

Con características mixtas

Cuando se mezcla con periodos de euforia (manía), sin llegar a ser un trastorno bipolar.

Con características melancólicas

Se siente un desaliento profundo y desesperanza.

Con características atípicas

Predominan el aumento de peso, la hipersomnia y el deterioro social.

Con características psicóticas

Presencia de delirios y/o alucinaciones.

Con catatonía

Aparecen anormalidades motoras.

Con inicio en el periparto

Relativo a las peculiaridades del embarazo y el parto.

Con patrón estacional

Cuando la depresión aparece de forma recurrente normalmente en otoño o invierno, cuando hay menos luz.

Tratamiento con psicoterapia

La psicoterapia ofrece la oportunidad de identificar los factores que están contribuyendo a la depresión.

El psicoterapeuta ayuda a la persona a conocerse mejor a sí misma y a cambiar todas aquellas causas, ya sean emocionales, cognitivas, conductuales, interpersonales o situacionales, que mantienen el malestar psicológico. Existen múltiples enfoques que han demostrado empíricamente su eficacia a la hora de tratar la depresión.

La terapia cognitivo-conductual consigue reducir la sintomatología llevando a cabo acciones para aumentar la activación conductual, detener los pensamientos depresógenos, discutir las creencias irracionales o modificar los esquemas disfuncionales que conducen a los sentimientos depresivos.

Desde el punto de vista de la personalidad, cada depresión es distinta. No es igual la depresión narcisista que la evitativa o la dependiente, por ejemplo. Si el problema es debido a una personalidad patológica, entonces no basta con eliminar la depresión. La terapia debe hacerse a nivel más profundo para modificar los patrones de actuación típicos en la persona. En estos casos, la Terapia Basada en la Mentalización o la Terapia de Esquemas dan muy buenos resultados.

Tratamiento farmacológico

En ocasiones, la depresión lleva tanto tiempo instalada en la mente de la persona que afecta de forma permanente a la bioquímica del cerebro. Es lo que llamamos una depresión endógena, por ser en parte inmune a los factores exógenos. Esto significa que, aunque las circunstancias de la persona cambien positivamente, la depresión no desaparecerá, porque la disfunción está muy arraigada y los neurotransmisores cerebrales están descompensados.

En estos casos de larga duración, o bien cuando la depresión es de alta intensidad, conviene contar con apoyo farmacológico además de psicoterapéutico.

Los ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) suele ser el tratamiento de elección, por sus bajos efectos secundarios. No obstante, el psiquiatra revisará y ajustará la medicación según responda la persona al tratamiento. Cada cerebro es distinto y tiene un metabolismo particular.

 

Bibliografía

  • Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5. 5ª ed. Editorial Médica Panamericana. Madrid. 2018.
  • Semerari, A. y Dimaggio, G. (2008). Los trastornos de la personalidad. Modelos y tratamiento. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer.
  • Young, J. E. y Klosko, J. S. (2001). Reinventa tu vida. Cómo superar las actitudes negativas y sentirse bien de nuevo. Barcelona: Paidós.

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