La inseguridad está en la base de los celos. Tiene celos quien no sabe amar, quien es desconfiado.
Sentir miedo al pensar que una persona a la que queremos nos dejase, es normal. Pero si la emoción que experimentamos es DEMASIADO INTENSA Y NOS OCURRE CON DEMASIADA FRECUENCIA, quizás estemos ante un problema de celos. Es decir, si nos sentimos demasiado angustiados, y/o lo experimentamos habitualmente.
Si bien los celos no son exclusivos de las relaciones de pareja, cuando son patológicos suelen ser con respecto al amado/a.
Hace tiempo que la Señora G le cuenta a su marido al volver de la oficina lo amable que es su nuevo compañero de trabajo, lo mucho que se ayudan mutuamente y la cantidad de proyectos que tienen pensado sacar juntos adelante.
Lo que siente el señor G:
El Señor G no dice nada al respecto, finge ante su mujer no importarle la nueva amistad, pero empieza a sentirse humillado y menospreciado frente al supuesto rival. Cada vez que la Señora G habla de su trabajo, el Señor G muestra indiferencia, pero cada vez sospecha más y más acerca de si su mujer sentirá algo por su compañero.
Cada vez que su mujer se retrasa, o se queda a comer en la oficina, el Señor G siente mayor ansiedad que empieza a producirle problemas de sueño y de concentración en su trabajo.
Lo que piensa el señor G:
El Señor G siempre ha pensado que su mujer vale más que él y que algún día se daría cuenta de ello y le abandonaría. «Solo es cuestión de tiempo», pensaba él. Y ese día había llegado.
Lo que hace el señor G:
El malestar comienza a ser tan intenso que el Señor G no puede más y empieza a tener una serie de comportamientos dirigidos a comprobar si los pensamientos que tiene son ciertos. Así que la indiferencia del principio pasa a ser un fuerte interrogatorio cada vez que su mujer llega a casa, le hace llamadas telefónicas constantes, aparece inesperadamente por la oficina, registra sus objetos personales, y quiere más relaciones sexuales con ella.
En un principio la Señora G dedicaba grandes esfuerzos a tranquilizar a su marido, pero éstos resultaron se infructuosos: cada vez dedica más tiempo a contar pormenorizadamente lo que ha hecho durante el día en la oficina, así como contestar al teléfono las innumerables veces que éste suena y que empiezan a traerle reprimendas de su jefe.
La Señora G se siente perdida y no sabe qué hacer:
Las personas celosas no se consideran valiosas en sí mismas. Si son valiosas es porque su pareja les quiere, es decir, son valiosas porque su pareja les da validez, no porque la tengan ellos mismos. Dependen del otro para sobrevivir emocionalmente, la presencia del otro es imprescindible. Del mismo modo, es fácil pensar que si el celoso siente que no vale nada, cualquiera vale más que él, y el otro puede verlo e irse.
En la base de casi todos los Trastornos de la personalidad o rasgos de dichas personalidades, (que no constituyen entidad clínica pero que son lo suficientemente importantes como para que generenproblemas interpersonales), está la creencia de la poca valía personal. Algunas de estas personalidades han aprendido a buscar en el otro una fuente de seguridad de la que ellos carecen. Veamos algunos ejemplos:
No toleran la distancia con su pareja y requieren de su constante presencia. Este tipo de persona con la que mantiene la relación de pareja se hace imprescindible en sus vidas.
RASTREAN CONTINUAMENTE SEÑALES DE POSIBLES ABANDONOS. Algo que para los demás puede pasar desapercibido, para alguien límite supone un intenso temor a ser dejadas; algunos hechos pueden ser tomados como señales de que la pareja deja de amarles.
Por ejemplo una frase como «hoy comeré en la oficina» por parte de la pareja de una persona límite puede ser interpretada como «hoy comeré en la oficina porque no me apetece comer contigo y prefiero hacerlo con mis compañeros de trabajo. Tú ya no me importas».
El temor a ser abandonados desata una inmensa cólera que se expresa rápidamente a la pareja. Otras veces pueden mostrar comportamientos de indefensión y sumisión para conseguir que la pareja no les abandone.
Desconfiar es algo que puede hacer toda persona insegura como las personas representadas en el apartado anterior, pero nos referimos en este apartado a un tipo de persona celosa que se caracterizan por desconfiar de los demás en general y de su pareja en particular. Sospechan de las intenciones del otro, se sienten fácilmente atacados. Lo que hace el otro es de una forma malintencionada. Son las personas con una personalidad paranoidequienes sienten este tipo de celos, unos celos fruto de la desconfianza general que sienten hacia el otro.
Existe un trastorno de ansiedad conocido como TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO.
Las obsesiones son ideas, pensamientos, impulsos o imágenes de carácter persistente que el individuo considera intrusas e inapropiadas y que provocan un malestar significativo. El individuo que tiene obsesiones intenta con frecuencia ignorar o suprimir estos pensamientos o bien neutralizarlos mediante otras ideas o actividades (es decir, compulsiones).
Por ejemplo una persona con celos obsesivos, es incapaz de rechazar los pensamientos sobre infidelidad actual o pasada de su pareja, aunque no encuentre ninguna prueba de la infidelidad. Por mucho que se esfuerce en evitar pensar en ello, estos pensamientos vuelven una y otra vez. La persona puede darse cuenta de lo absurdo de sus pensamientos.
Los celos se pueden presentar en dos patologías del espectro psicótico, en la Esquizofenia tipo paranoide y en el Trastorno delirante subtipo celotípico.
En el delirio de celos la persona experimenta un convencimiento absoluto de que la pareja le es infiel. Esta creencia aparece sin motivo y se basa en inferencias erróneas que se apoyan en pequeñas pruebas, por ejemplo, ropas desarregladas, o manchas en las sábanas, que son guardadas y utilizadas para justificar la idea delirante.
En ocasiones podemos estar ante una persona que muestra toda una serie de sentimientos desbocados de amargura, un arsenal de argumentos para mostrar al otro miembro de la pareja todo lo malo que le ha hecho, y unos comportamientos exagerados como tirar cosas, dar voces, amenazar con suicidarse, que nos pueden estar indicando que nuestra pareja tiene una personalidad histriónica. Son personas tan necesitadas y dependientes de afecto que manipulan al otro para conseguir atención sobre ella. LOS CELOS SON UN INSTRUMENTO QUE UTILIZA PARA OBTENER ATENCIÓN.
Del mismo modo, esta persona que se considera una gran víctima de su pareja, puede en otra situación ser ella misma la que con una actitud sensual, intente provocar celos en la pareja, mostrándose a continuación sorprendida de la queja de su pareja: «¿Estas celoso/a?, no entiendo porqué, yo no tengo la culpa de que me miren». Los celos son de nuevo un instrumento para obtener la atención del otro que tanto necesitan.
Solicita una cita o cuéntanos en qué podemos ayudarte.
Te atenderemos lo antes posible.