En todos estos trastornos hay que considerar además:
Si son primarios o secundarios
Si son absolutos o situacionales
La gravedad o intensidad del problema (si es total o parcial)
TRASTORNOS DEL DESEO SEXUAL HIPOACTIVO
Deficiencia o ausencia persistente o recurrente de fantasías/pensamientos sexuales, y/o deseo de o receptividad a la actividad sexual, que causa preocupación personal.
Debido a la amplia variabilidad en lo que los individuos perciben como deseo «normal», lo que hace que una persona acuda a terapia es el cambio en ese deseo con respecto al que tenía previamente.
La interrelación entre cogniciones, emociones y conducta son básicas a la hora de explicarnos qué es lo que nos ocurre.
El problema del bajo deseo se abordará de muy diferentes maneras dependiendo de la persona que lo sufra. El enfoque de tratamiento será muy distinto dependiendo de si se trata de una mujer de 50 años que experimenta bajo deseo o el de una mujer de 25 que rara vez ha experimentado deseo y que no está interesada en las relaciones sexuales ni en la búsqueda de un compañero.
Causas biológicas:
Hormonas
Niveles de andrógenos bajos
Hipotiroidismo
Toma de ciertos medicamentos
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (antidepresivos)
Antihormonas
Antihipertensivos
Quimioterapia
Ingesta de alcohol y otras drogas
Causas Psicológicas:
Diferencia en cuanto al distinto enfoque, más genitalizado por parte del hombre, más preliminar en la mujer. La mujer tiene una expresión del deseo de la erótica diferente a la del varón, y no por ello está en situación de bloqueo o inferioridad. No es cuestión de que las mujeres no le den importancia al coito, sino que los hombres le dan más importancia. Se trata de que la mujer encuentre cuál es «su deseo» y no se trate de ajustar al de su marido porque es lo que se debería hacer. Este tema trae muchos problemas a la mujer y de pareja.
Los problemas diarios (estrés laboral, hijos, .)en general afectan más al deseo de ella que de él.
Relación entre la calidad de vida y deseo erótico. No se trata de tener deseos puntuales eróticos mayores sino una calidad de vida erótica mejor. Si la mujer desea soluciones rápidas y/o «mágicas» para la solución a su problema puede sentir una enorme insatisfacción que le ocasione frustración.
Todas aquellas cuestiones relativas a la forma de pensar de la mujer que pueden interferir en su erótica: pensar en el sexo como una obligación: «debería tener más deseo», «mi pareja me dejará por esta cuestión», «mi pareja me será infiel», «debo hacer más el amor», «soy poco mujer». Todos estos pensamientos provocan en la mujer sentimientos de ansiedad y tristeza.
Ansiedad relacionada con el mero hecho de tener relaciones sexuales. En la práctica clínica es frecuente observar que cuando se produce un desajuste entre la cantidad de relaciones que el hombre quiere tener en comparación a la mujer surgirán los problemas. Si el que tiene un mayor deseo es el hombre, iniciará contactos más frecuentes con la mujer. Ésta última puede pensar que su pareja es muy demandante y para que no de lugar un inicio de relación, la mujer evita todo contacto con el hombre, de tal forma que reduzca toda expresión de afecto hacia él. Él, por otro lado se sentirá rechazado. Así los dos miembros de la pareja se irán distanciando más emocionalmente y surgirán numerosos problemas añadidos.
Sentimientos negativos hacia el propia cuerpo, no sentirse atractiva
Incapacidad para expresar intimidad con el propio cuerpo. Las relaciones sexuales se «utilizan» en momentos determinados, pero la sexualidad no es vista como la expresión de afecto mutuo.
Características de la personalidad o Trastorno de la Personalidad que hacen que la persona no vivencie las relaciones eróticas y sexuales como una expresión más de afecto dentro de la pareja, sino que las relaciones cumplan diferentes funciones: atraer a la pareja, excitar a la pareja, descargar la ansiedad, solucionar conflictos con una relación sexual, etc. Por ejemplo en el caso de una persona con un Trastorno Histriónico de la personalidad, las conductas eróticas son muy amplias pero no existe un auténtico deseo de expresión de afectos en la pareja, solo es un deseo por gustar al otro. Solo se excitan cuando ven la excitación de su compañero, su deseo está en función de lo que su pareja los/las desea, les excita que su pareja las desee, no es un placer de su propio cuerpo.
Problemas en las relaciones de pareja que no se resuelven. Escasa calidad de la relación matrimonial
TRASTORNO DE AVERSIÓN SEXUAL
Aversión fóbica persistente o recurrente al contacto sexual y evitar el contacto sexual con un compañero sexual, que causa preocupación. Se teme o se evita las relaciones sexuales.
Cuando lo que predomina es la falta de interés en las relaciones, estaríamos ante el caso bajo deseo sexual. Pero si sentimos ansiedad o miedo ante cuestiones relativas a la sexualidad, hablamos entonces de aversión a las relaciones sexuales.
Algunas de estas personas no son capaces de mantener determinadas actividades sexuales, por ejemplo sexo oral, mientras que otras manifiestan ansiedad ante cualquier situación que se asocie al sexo, por ejemplo un beso.
En algunas ocasiones, si se mantiene en silencio el problema, la persona se mantiene soltera y virgen; en el caso de que tengan pareja, este problema deteriora gravemente la relación matrimonial.
En las fobias sexuales se produce una intensa evitación de aquello que está relacionado con el sexo y la erótica debido a la intensa ansiedad que producen las situaciones.
Causas psicológicas:
Historia personal donde hubo agresiones sexuales
Educación muy restrictiva con respecto al sexo.
Presiones importantes de la pareja que «obligue» a la mujer a tener relaciones sexuales mostrando gran enfado si él no accede a ellas.
Algún tipo de confusión o indefinición en la persona en cuanto a la identidad sexual se refiere.
Este grupo de personas parece mostrar, por otro lado, un mayor nivel general de ansiedad ante situaciones no relacionadas con el sexo. Es posible incluso una asociación con el trastorno de ansiedad generalizada.
Existe una correlación entre conductas erotofóbicas y preocupación por pensamientos de tipo sexual y Trastorno Histriónico de la personalidad.
TRASTORNO DE EXCITACIÓN SEXUAL
Incapacidad persistente o recurrente de alcanzar o mantener la excitación sexual suficiente, que causa preocupación personal, lo que podría expresarse como falta de excitación subjetiva o genital (lubricación/hinchazón) u otras respuestas somáticas.
Se caracteriza por una vez iniciada la relación no se producen los cambios fisiológicos esperados (lubricación, tumefacción vaginal, tensión muscular, alteraciones respiratorias, etc). Tampoco aparecen las sensaciones subjetivas asociadas a dicho momento.
Es fácil encontrar mujeres que manifiestan este problema asociado al de bajo deseo. También es frecuente encontrar mujeres que aunque se excita, no lo hacen lo suficiente como para que se llegue a producir un orgasmo.
Causas Psicológicas
En general son un conjunto de problemas producidos o mantenidos por ciertos niveles de ansiedad en personas que se muestran excesivamente preocupadas por su buen funcionamiento sexual.
Pensamientos sobre la ejecución correcta del coito: «tengo que parecer muy activa», «ha de fijarse en mi capacidad sexual», «he de dejar una buena impresión»
Pensamientos sobre el propio cuerpo que hagan «desconectar» de la relación: «va a darse cuenta de que tengo un cuerpo feo», «me va a ver mi enorme barriga», «esta postura es poco sexual».
Concentrarse en conseguir que la pareja se excite y no prestar atención a las sensaciones que está experimentando en su cuerpo.
Los pensamientos anteriores es fácil que dejen un «mal sabor de boca» y que condicione los próximos encuentros eróticos, pudiendo en ocasiones abocar en una falta de deseo sexual
Características de personalidad o Trastornos de la personalidad que configuren cierta forma de vivenciar las relaciones sexuales. Por ejemplo una mujer obsesiva- compulsiva puede temer perder el control dentro de una relación sexual y vigilar sus cambios corporales, de tal forma que deja de prestar atención al contacto sexual perdiendo toda las sensaciones físicas y emocionales agradables del encuentro. Del mismo modo una mujer narcisista con grandes deseos de gustar al otro, puede estar tan pendiente de su actuación sexual, que por ese motivo pierda el interés por la relación y deje de estar excitada.
Problemas en la relación de pareja
Falta de información sexual de su pareja, donde a la mujer no se le permita el tiempo necesario para excitarse y no se mantengan las caricias adecuadas para conseguir que su excitación continúe, por ejemplo porque el hombre desconozca la estimulación del clítoris como fuente de placer en la mujer y se concentre exclusivamente en el coito.
TRASTORNO ORGÁSMICO
Dificultad persistente o recurrente, retraso en o ausencia de orgasmo después de una estimulación y excitación suficiente, que causa preocupación personal.
Existen muy diversas formas de conseguir placer sexual y la mujer puede desear otra forma de conseguirlo puesto que la suya no le satisface. Recordemos que en la definición de trastorno orgásmico se incluye la frase «que causa preocupación personal».
Por ejemplo, para una mujer el hecho de no tener un orgasmo en algún encuentro sexual con su pareja puede no ser en absoluto importante, sin embargo para otra mujer tener un orgasmo en cada uno de ellos es imprescindible.
Otro ejemplo sería el hecho de que para una mujer sea importante tener un orgasmo durante el coito mediante la estimulación del pene en la vagina y para otra el incorporar la estimulación del clítoris manual durante el coito sea lo más normal del mundo.
¿CÓMO SE PRODUCE UN ORGASMO?
Existe aún hoy un error al pensar que existe un único orgasmo femenino producido por la inserción del pene en la vagina. Por otra parte existe también la creencia de que lo que ocurre es que existen dos tipos de orgasmos, o dos tipos de mujeres: las que obtienen orgasmo vía vagina y las que lo tienen vía estimulación del clítoris.
Pues bien, parece que la cuestión es la siguiente: la doctora Helen O,Connell en 1998, siguiendo las investigaciones que ya habían hecho Masters y Jonson, Helen Kaplan y Shere Hite que hablaban de la existencia de un único orgasmo clitoriano que se obtiene por estimulación del clítoris y/o de la zona circundante, sea con o sin penetración vaginal. Esta estimulación del clítoris se obtiene por:
Estimulación oral
Estimulación manual
Estimulación del pene dentro de la vagina, por estimulación indirecta del clítoris. Este orgasmo se logra cuando:
La postura coital permite que el pene roce el área púbica de la mujer
La entrada y salida del pene en la vagina hace que los labios menores tiren del capuchón que tira del glande del clítoris (esto sucede más bien poco)
La penetración estimula las raíces y los bulbos internos del clítoris
Por tanto todos los orgasmo femeninos son fisiológicamente idénticos, desencadenados por estimulación del clítoris y expresándose en contracciones vaginales. La vagina solo es sensible a la estimulación en el tercio más cercano a su entrada.
De aquí que la forma a través de la cual se obtengas orgasmos es muy variada, incluso existe la posibilidad de obtener un orgasmo sin estimulación de los genitales a través de la estimulación de los senos de la mujer, esto se explica por que existe un reflejo mamario-uterino que hace que una estimulación del pezón origine una contracción uterina capaz de generar un orgasmo.
Existen investigaciones para conoce cuál es la forma a través de la cual las mujeres obtienen el orgasmo, en conclusión diremos que del 90% de mujeres que tienen orgasmos, la mitad lo obtienen solamente si existe una estimulación directa del clítoris.
Causas Psicológicas
Pensamientos y sentimientos de la mujer sobre:
Pensamientos durante la relación sexual sobre la fealdad del propio cuerpo
Temor a lo que puede pensar el hombre sobre ella
Preocupaciones porque tarda demasiado e conseguir un orgasmo(demasiado en comparación a él),
Nervios por temor a no estar a la altura y satisfacerlo,
Angustiada por no causarle o parecerle muy pedigüeña
Características de personalidad o Trastornos de la personalidad que configuren cierta forma de vivenciar las relaciones sexuales. Por ejemplo una mujer narcisista se muestra demasiado preocupada por la imagen que ofrece a los demás, es fácil que durante una relación sexual no pueda alcanzar el orgasmo puesto que está demasiado centrada en ofrecer una «buena imagen».
Desinformación sexual por parte de la mujer y de su pareja sobre la forma de alcanzar un orgasmo. Puede ser que el error de la pareja esté en intentar conseguir un orgasmo tras la introducción del pene en la vagina como único opción.
Sentimientos negativos respecto al sexo.
Sentimientos negativos respecto a una misma
Problemas en las relaciones de pareja
DISPAREUNIA
Dolor genital recurrente o persistente asociado al coito, que causa preocupación personal. Las sensaciones experimentadas son escozor, dolor cortante, ardor o quemazón, picor o dolor y molestia. Difiere mucho de unas mujeres a otras las sensaciones así como su intensidad y localización (puede ser en la entrada de la vagina, en los genitales, o dentro de la vagina). A veces se produce solo al iniciar la relación y otras veces durante toda la relación sexual. Puede suceder en algunas posiciones del coito o en todas ellas.
El coito doloroso puede estar asociado al vaginismo, dado que se puede producir la penetración pero la relación sexual es dolorosa, se postula entonces que se trate de un vaginismo medio.
Este problema puede producir una gran tensión en la pareja, puesto que tras comenzar la relación sexual, la mujer decide no poder continuar por el dolor que le ocasiona.
Causas biológicas
Irritaciones vaginales
Desodorantes íntimos
Defectos anatómicos
Algún tipo de patología pélvica
Himen duro
Infecciones del tracto genito-urinario
Enfermedades de la uretra, el riñón o la cistitis
Lesiones a partir de una intervención quirúrgica
Daños producidos en el parto
Cicatrices dejadas durante la episiotomía
Dificultades con la excitación que pueda traer una inadecuada lubricación vaginal
Estado de la musculatura perivaginal y pélvica
Tonicidad de los músculos que rodean la vagina
Causas Psicológicas
Factores relacionados con la historia de aprendizaje de la sexualidad por parte de la mujer
Factores relacionados con una situación traumática vivida por la mujer como una violación
Características propias de la relación sexual como el tiempo dedicado a los juegos preliminares necesarios para que la mujer lubrique adecuadamente.
Temas relacionados con la insatisfacción con la pareja en general
Espasmo involuntario recurrente o persistente de la musculatura del tercio externo de la vagina que interfiere en la penetración vaginal, que causa preocupación personal.
Consiste en un espasmo o contracción involuntaria de los músculos que rodean el tercio externo de la vagina, especialmente del esfínter vaginal, que son los músculos encargados de su apertura, de modo que si se produce la contracción de estos músculos se puede impedir la entrada del pene en la vagina. Es independiente del grado de excitación que ha alcanzado la mujer. Este espasmo no es notado por la mujer, y lo más común es que no sea consciente de que se ha producido hasta que se intente la inserción del pene, convirtiéndose en algo imposible. Puede ocurrir de una forma temprana, incluso antes del primer coito. Una mujer puede llevar casada años y ser virgen y solo plantearse el encontrar la solución al problema cuando la pareja desea tener hijos. En los casos menos graves, la mujer puede realizar el coito con molestias.
Causas biológicas
Déficit de hormonas sexuales
Distrofia vulvovaginal
Vulvovaginitis
Suelo pélvico hiperactivo
Vulvodinia/vulvovestibulitis
Postcirugía/cicatrices
Dermatosis
Endometriosis
Enfermedad inflamatoria pélvica
Dolor pélvico crónico
Causas Psicológicas
Reacción refleja aprendida. En algunos casos una mujer que ha sido violada, asocia una penetración a sentimientos de angustia que hacen que se produzca una tensión involuntaria de los músculos vaginales como mecanismo de protección. Pero no solamente se produce el vaginismo por cuestiones de momentos traumáticos previos. En ocasiones pueden asociarse emociones negativas con todo aquello referente a la sexualidad, provocando que la mujer haya tenido muy poco o ningún contacto con su sexualidad, y esta sea percibida como algo a lo que hay que temer. Por lo general son mujeres que desde la infancia han recibido informaciones negativas de la sexualidad.
Características propias de la relación sexual como el tiempo dedicado a los juegos preliminares necesarios para que la mujer lubrique adecuadamente.
Temas relacionados con la insatisfacción con la pareja en general