El sentimiento de vacío (también llamado a veces vacío existencial) es una pérdida de la motivación y del interés por lo que acontece, igualmente puede ser la sensación de “no tener nada dentro”.
El sentimiento de vacío (también llamado a veces vacío existencial) es una pérdida de la motivación y del interés por lo que acontece, igualmente puede ser la sensación de “no tener nada dentro”.
Es un sentimiento negativo asociado frecuentemente al sufrimiento y al conflicto.
El paciente con esta dificultad suele experimentar episodios de angustia y puede llevar a la persona que lo padece a comportamientos agresivos hacia uno mismo (conductas autolíticas o suicidio) o hacia otras personas.
El concepto de vacío es sin embargo más extenso y puede referirse a un vacío representacional o existencial (vivencia de no tener nada en la cabeza, no poder pensar, no recordar), un vacío afectivo (sentir indiferencia hacia casi todo), un vacío energético (no tener fuerzas para llevar un proyecto adelante), un vacío de deseos (no preferir nada) o un vacío de fantasías (no poder imaginar).
El sentimiento de vacío manifestado como «me siento solo o me siento sola«entre las personas que lo sufren, es frecuente en varios trastornos: depresión, trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia, trastorno por atracón), trastornos de la personalidad (trastorno límite de la personalidad, trastorno narcisista de la personalidad), adicciones y psicosis.
En las personas con Trastorno Límite de la Personalidad encontramos una dispersión de la identidad y la experiencia de un vacío crónico que atenta contra la continuidad de la propia existencia.
De hecho uno de los criterios diagnósticos según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) para diagnosticar el trastorno límite de la personalidad es la existencia de sentimientos crónicos de vacío.
Por tanto el sentimiento de vacío sería una experiencia considerada común en el trastorno límite de la personalidad.
El sentimiento de vacío suele ir muy ligado a la falta de identidad.
Las personas aquejadas de este trastorno no muestran un sentido del yo centrado y estable y describen una falta de metas propias e independientes.
Junto al sentimiento de vacío también aparece la impresión de no encajar.
En esta situación de vacío es en la cual se dan más frecuentemente los comportamientos suicidas o actos autolesivos.
Generalmente lo que se destaca de las personas con un Trastorno Narcisista de la Personalidad es la necesidad del individuo de reconocimiento, de cuidado, de valoración como persona completa.
También se suele destacar en este trastorno una vida emocional carente de profundidad y la tendencia a la poca empatía por los sentimientos de los demás.
Pero las personas con un trastorno narcisista de la personalidad también experimentan un sentimiento crónico de vacío y aburrimiento cuando las gratificaciones o los reconocimientos cesan.
En este estado de vacío el sujeto se siente frío, desapegado, alejado de los demás y también de su propia experiencia interior.
Esto les genera una importante necesidad de estimulación buscando emociones fuertes y adrenalínicas; por lo que no es raro que recurran a las drogas o al alcohol para satisfacer esa necesidad.
El Trastorno de Personalidad por Dependencia se caracteriza por la necesidad vital de relaciones interpersonales que le aprovisionen de cuidados, el temor fundamental es la soledad y el abandono.
Estas personas configuran una identidad personal en la que la visión que tienen de sí mismos es de ser inadecuados, ineficaces e incompenentes (ya podemos intuir de ello la baja autoestima de la que adolecen).
Son personas que tienen la necesidad constante de estar presentes en la mente de otro que funciona generalmente como una suerte de cuidador; de tal forma que la sola idea de que ese otro cuidador no les tenga en mente les lleva a experimentar sentimientos terroríficos de vacío.
En el Trastorno de Personalidad por Evitación la persona se siente inadecuada, teme el juicio negativo de los demás y por eso se inhibe experimentando con frecuencia estados emocionales caracterizados por la ansiedad y la vergüenza.
Las personas que adolecen de un trastorno de personalidad por evitación tienen un gran deseo de establecer relaciones estrechas pero sin embargo el hacerlo lleva aparejado un sentimiento de exclusión.
Por tanto la persona experimenta un vacío, en este caso relacional, profundo
En los trastornos de la conducta alimentaria se suelen diferenciar dos tipos de vacío: el vacío de hambre y el vacío emocional.
Que los pacientes aprendan a diferenciar entre ambos tipos de vacío es uno de los objetivos fundamentales del tratamiento.
Por un lado en los pacientes con anorexia nerviosa de tipo restrictivo se hace muy evidente el vacío de hambre, la elección anoréxica es la elección de continuar experimentando ese vacío.
El sentimiento de vacío emocional por su parte suele disparar con frecuencia comportamientos que van a tratar de reducir ese sentimiento de vacío como por ejemplo los atracones que son frecuentes en el trastorno por atracón y en la bulimia nerviosa.
Generalmente en estos casos el vacío emocional puede tomar la forma de ansiedad y el modo de calmar dicha ansiedad es ingiriendo comida, en muchas ocasiones de un modo descontrolado.
Por tanto en los casos de trastornos de alimentación puede hablarse de dos modos de alcanzar el vacío:
En el caso de las adicciones a sustancias también puede estar como factor precipitante del consumo la existencia de un sentimiento de vacío existencial.
En muchas ocasiones se llega al consumo de sustancias buscando llenar una falta de identidad personal, eso explicaría que muchos grupos en riesgo de desarrollar consumo de sustancias sean precisamente aquellos en los que falta esa sensación de identidad o de plenitud (por ej. los adolescentes, grupos con problemas de integración social, etc.).
El sentimiento de vacío se puede llenar de múltiples formas, entre ellas consumiendo sustancias.
La sintomatología depresiva se caracteriza por la falta.
La depresión se experimenta como un sentimiento de desilusión de la vida (vacío existencial), una fatiga y agotamiento general, vacío emocional y falta de iniciativa. La depresión presenta como principales características una disminución de la autoestima, un estado de desamparo más o menos intenso y una inhibición general de las funciones (sueño, alimentación).
En la depresión se observa una sensación de vacío, por un lado a través de la dificultad para la representación mental, de la mala concentración y de la imposibilidad de pensar. Son personas extremadamente sensibles hacía la pérdida y se da con frecuencia el vacío existencial.
En la depresión se da una pérdida de contacto con los demás y percepción de que la vida no tiene sentido (en ese aspecto la vida estaría vaciada).
El yo mismo (o la identidad) se siente como pobre y vacío.
El vacío en las psicosis se puede observar posteriormente al primer episodio psicótico, tras el cual se hace manifiesto en el paciente un vacío emocional acompañado de dificultad para la elaboración de pensamientos, para asociar ideas o para expresar razonamientos lógicos de una forma estructurada.
El vacío se presentaría en este caso a través de una sensación crónica caracterizada por las dificultades en la asociación de ideas.
En casos extremos pueden llegar a la utilización del consumo de drogas como una forma de evitar la situación extraña de vacío en su pensamiento.
El vacío en las psicosis muchas veces es fruto de la evolución iniciada ya en los primeros vínculos en la infancia, sin embargo suele ser en la adolescencia (con la adquisición de la identidad) cuando estas personas se quedan bloqueadas en ese vacío que es difícil de entender tanto para ellas mismas como para las personas que las rodean.
A veces esa sensación de vacío se llena a través de la elaboración de un delirio.
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