Es imprescindible poner la situación en conocimiento del Delegado/a de Prevención, para que éste/a actúe ante la dirección de la empresa y se ponga en funcionamiento el servicio de Prevención y el Servicio Médico de Empresa.
Así como comunicar los hechos, solicitando apoyo a:
Se trata de conseguir que desde la empresa se tomen medidas destinadas a evitar o reducir las sensaciones de los empleados que les conducen a “quemados” .
Por otro lado es necesaria la BÚSQUEDA DE APOYO PSICOLÓGICO.
Se trata de aprender estrategias dirigidas a cambiar el significado o percepción del estresor por parte del sujeto o controlar los sentimientos de desagrado producidos por el estrés. Considerar los procesos cognitivos de autoevaluación de los profesionales, y el desarrollo de estrategias cognitivo-conductuales que les permitan eliminar o mitigar la fuente de estrés, evitar la experiencia de estrés, o neutralizar las consecuencias negativas de esa experiencia.
Ante una situación de estrés ambas estrategias, grupales (o de actuación en la empresa) como individuales (cambio de procesos cognitivos en la persona) son imprescindibles para que el trabajador no sufra las consecuencias indeseables del mismo.
Entre las técnicas individuales contrastadas se encuentran:
La evaluación secundaria es la evaluación de los recursos y opciones de afrontamiento. Responde a la pregunta “¿Qué puedo hacer?”Se evalúan los recursos con respecto a la demanda de la situación. Existen diferentes formas de afrontamiento dependiendo de las personas, por ejemplo, la confrontación, el distanciamiento, la aceptación, dependiendo de la estrategia que la persona sepa poner en práctica disminuirá o aumentará su nivel de estrés.
De la evaluación secundaria que se realice dependerá el estado emocional de la persona.
En resumen, el enfoque cognitivo-conductual trata de trabajar sobre las cogniciones (pensamientos) de los pacientes y de sus conductas (formas de actuar frente a los problemas) que les llevan a sufrir síntomas de estrés y posteriormente poder derivar en el síndrome de estar quemado en el trabajo