Los trabajadores víctimas del acoso sufren una serie de trastorno físicos y psíquicos que abarcan desde una sensación de vergüenza e impotencia, pasando por sentimientos de culpa y llegando finalmente a sufrir trastornos del sueño, ansiedad, depresión.
Los cuadros más frecuentes que una persona que sufre mobbing experimenta son:
Según el barómetro Cisneros, estos son los síntomas más frecuentes:
En las empresas donde el fenómeno afecta se experimenta una disminución de la eficacia y del nivel de atención a los clientes y por lo tanto del producto final con los consiguientes efectos negativos sobre su imagen y credibilidad social.
Debido a las reclamaciones y denuncias interpuestas por la víctima pueden verse incrementados los costes por indemnizaciones a la vez que la imagen de la empresa empeora de cara a los consumidores.
Disminuye el número de clientes como consecuencia del empeoramiento de los servicios prestados, a la vez que aumenta el número de trabajo perdido en bajas laborales, enfermedades, accidentes e incapacidades, con las consecuentes pérdidas para la empresa derivadas de las obligaciones contributivas para la cobertura de estas contingencias.. Además se produce un aumento de la rotación de puestos y con ello la necesidad de nueva formación de empleados.
Sin duda una de las pérdidas más importantes para la organización es prescindir de un buen trabajador, creativo y brillante que va a dejar de aportar sus conocimientos a la empresa.
Reserve su cita.