Por
Esther Blanco
, última actualización el 03/04/2020
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La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria, en el que la persona que lo padece, tiene episodios de pérdida de control de su conducta alimentaria, comiendo grandes cantidades de alimentos en un corto período de tiempo. Para compensar la sobreingesta y evitar la ganancia de peso, la persona puede recurrir a vómitos o el uso de laxantes.
La edad de aparición de la bulimia suele estar entre el final de la adolescencia y el comienzo de la edad adulta (entre los 18 y los 25 años). La frecuencia es mayor entre las mujeres.
Tipos de bulimia
Existen dos subtipos dentro de la bulimia, dependiendo de las conductas que siguen al atracón:
Bulimia purgativa: Los episodios de atracones van seguidos de la provocación del vómito. La persona suele provocarse el vómito introduciendo los dedos en la boca, movida por sentimientos de culpa y por el miedo a engordar. Las personas con bulimia purgativa se suelen ocultar para que su entorno no les descubra ni durante los atracones ni durante los vómitos. También se considera bulimia purgativa cuando se recurre al uso de laxantes o productos diuréticos.
Bulimia no purgativa: En este caso, los atracones no van seguidos de vómitos o laxantes, sino de una conducta compensatoria como puede ser el exceso de ejercicio físico o mediante el ayuno.
Síntomas de la bulimia
Físicos
Debilidad física y/o deshidratación
Posibles hemorragias intestinales
Erosión en las piezas dentales
Sobrepeso y obesidad
Alteraciones metabólicas y endocrinas
Estreñimiento, lentitud del vaciado gástrico
Problemas en las articulaciones y huesos
Disminución de la eficacia del sueño
Aumento del colesterol, triglicéridos y transaminasas
Callosidades en la piel de la mano
Emocionales
Sensación de pérdida de control
Baja autoestima y aceptación personal
Sentimientos de culpa, remordimientos y rabia
Uso de la comida como forma de modular los estados emocionales
La autoevaluación se ve indebidamente influida por la constitución y el peso corporal
Causas de la bulimia
Existen diferentes factores que influyen en el desarrollo de la bulimia nerviosa:
Factores genéticos: Se trata de la predisposición que tenemos dados los antecedentes familiares, no solo de trastornos de la conducta alimentaria, sino de otros como la dependencia de sustancias, depresión…
Factores psicológicos: la baja autoestima, la sobrevaloración de la importancia de la imagen corporal como reflejo de la autovalía, padecer trastorno límite de la personalidad, haber sido víctima de vejaciones en la infancia en relación al peso, dificultad en el control de los impulsos, haber padecido abusos en la infancia, dificultad para el reconocimiento y manejo emocional.
Factores sociales: La importancia del físico en la sociedad actual, el exceso de estrés o la presión para tener una determinada alimentación puede hacer que las personas se prohíban a sí mismas ciertos alimentos, que son los que se utilizan en los atracones.
Consecuencias de la bulimia
Los atracones y conductas purgativas mantenidas en el tiempo, conllevan complicaciones tanto físicas como emocionales:
Desgaste y debilitamiento dental
Callosidad en los dedos de la mano por el efecto del ácido del vómito
Quemaduras en el esófago
Baja autoestima por ser conscientes de la dificultad de autocontrol
Aislamiento social por evitar comer en público para no ser descubiertos
Abuso de alcohol o drogas como forma de manejar el malestar
Dependencia de laxantes
Deshidratación
Prevención de la bulimia
Es importante empezar la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria desde la infancia, favoreciendo un buen desarrollo de la autoestima. En caso de niños con sobrepeso, la introducción de las dietas y el deporte se debe hacer con precaución, no haciendo hincapié en el peso sino en los hábitos de vida saludables. También es importante enseñar a los niños el manejo de las emociones a través de la mentalización de sus estados emocionales.
¿Qué puede hacer la familia de una persona con bulimia?
Si crees que un ser querido tiene síntomas de bulimia, lo mejor es hablarlo y mostrarle tu preocupación.
Los síntomas en los que hay que fijarse son distintos a los de la anorexia nerviosa, ya que, en este caso el peso puede ser normal o incluso puede haber sobrepeso. En este caso hay que fijarse en las siguientes conductas:
Continuas quejas sobre el peso o la silueta
Consumo repetitivo y excesivo de comida
Dificultad para comer en público
Exceso de ejercicio
Acudir rápidamente al baño después de comer en repetidas ocasiones
Bulimia y anorexia
Para diferenciar la anorexia y la bulimia debemos tener en cuenta varias diferencias:
Peso: en la anorexia nerviosa existe infrapeso, en cambio en la bulimia hay normopeso o incluso sobrepeso.
En la anorexia nerviosa hay un exceso de control en los alimentos que se ingieren, en cambio en la bulimia se produce la pérdida del control durante los atracones.
Aunque en la anorexia existe el tipo purgativo, la diferencia entre ambos cuadros reside en que las purgas en la anorexia se producen sin un exceso de ingesta, en cambio en la bulimia siempre siguen a un atracón.
En cuanto a la edad de inicio, la anorexia se suele producir en la adolescencia temprana, en cambio la bulimia en la adolescencia tardía o inicio de la edad adulta.
Cuándo consultar ante la sospecha de sufrir bulimia
Es necesario buscar ayuda cuando los hábitos alimentarios están fuera de nuestro control, es decir, cuando en repetidas ocasiones se consumen grandes cantidades de comida, en poco tiempo y con sensación de pérdida de control. Además, si tras esta conducta aparece la culpa y las respuestas compensatorias a través del exceso de deporte o de la inducción del vómito, por ejemplo.
Otro síntoma a tener en cuenta es el estado emocional, es decir, la ansiedad, la obsesión en torno al cuerpo y a la comida o la depresión.
También hay que fijarse en si la preocupación por la comida o el peso hace que se pierdan relaciones sociales.
Tratamiento psicológico en la bulimia
Terapia cognitivo conductual para la bulimia
Combina técnicas de modificación de conducta y el manejo de los pensamientos irracionales que se vinculan con el trastorno.
Esta terapia se basa en que el paciente reconozca sus pensamientos y los relacione tanto con sus emociones como con su conducta, para de esa manera iniciar el cambio, cambiando esos pensamientos por otros más adaptativos. Además, se ofrecen al paciente respuestas alternativas al descontrola alimentario.
Terapia grupal para el tratamiento de la bulimia
La terapia de grupo permite a los pacientes sentirse identificados con otras personas y a su vez salir del aislamiento. Además, permite identificar vicariamente los esquemas cognitivos que subyacen a la bulimia.
Psicoterapia basada en la personalidad del paciente con bulimia
Desde este enfoque, se pone el acento en los patrones de personalidad del paciente, entendiendo la bulimia como un síntoma causado o comórbido a por un trastorno de la personalidad. En este sentido, se entiende que si solo se trata la bulimia y no la personalidad, es muy probable que la conducta alimentaria mejore, pero que el paciente desarrolle otra sintomatología.
La bulimia es frecuente en personalidades impulsivas (Trastorno límite de la Personalidad) y dependientes donde hay poca tolerancia a la frustración y un inadecuado reconocimiento y manejo emocional. En estos tipos de personalidad, existen dificultades en la mentalización, es decir en la capacidad de hacer conscientes los motivos de nuestra conducta.
Los atracones en estas personalidades sirven para disminuir momentáneamente la ansiedad que suponen los pensamientos negativos sobre uno mismo y la frustración.
Bibliografía
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Belloch, A.; Sandín, B. y Ramos, F. Manual de psicopatología Vol. 1. Edición revisada.
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales V (DSM V).2013
Pérez Álvarez, M , Fernández Rodríguez, C. ,Amigo Vázquez, I., Fernández Hermida JR. Guía de tratamientos psicológicos eficaces. Vol 1. Pirámide (2003). Capítulo 4: guía de tratamientos psicológicos eficaces para los trastornos del comportamiento alimentario.