El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta de alimentación y de la ingesta de alimentos de nueva incorporación en el DSM-5 (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales). Formando parte de dicha sección, se encuentra la pica, el trastorno de rumiación, el trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos, la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa.
El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por la aparición de episodios de ingesta compulsiva (atracones) que se definen por dos características esenciales:
El trastorno por atracón está asociado con obesidad y con una elevada comorbilidad psiquiátrica y médica.
La causa de aparición de este trastorno es multifacéticas combinándose variables biológicos, sociales y psicológicos. Son múltiples los factores que se contemplan asociados al desarrollo del trastorno por atracón.
Desde un punto de vista psicológico, podemos encontrarnos con síntomas ansiosos y depresivos, que intentan ser regulados mediante la conducta de la alimentación en alguna de sus diferentes tipologías, entre ellas el atracón.
Las personalidades narcisistas y límite, así como personalidades dependientes, evitativas y obsesivas o con rasgos de personalidad de este tipo, actúan como factores predisponentes en el inicio del trastorno de atracón.
Los factores biológicos ejercen su influencia en la heredabilidad de algunos rasgos de personalidad como son el perfeccionismo, la impulsividad y la autoexigencia.
En cuanto a los factores sociales, los cánones de belleza, la presión social del grupo o el culto al cuerpo, así como creencias educativas y familiares respecto a la imagen física, pueden influir negativamente en las personas que presentan rasgos de personalidad o personalidades como las anteriormente descritas si además no existe una correcta regulación de las emociones.
Las señales de alarma son aquellos comportamientos que pueden estar relacionados con la posible existencia de un trastorno de la conducta alimentaria. En este caso hablamos del trastorno por atracón.
Siguiendo los criterios diagnósticos del DSM-5 para el trastorno por atracón podemos mencionar los síntomas siguientes:
Existen consecuencias emocionales, psicológicas y físicas que se derivan de los trastornos por atracón.
Desde un punto de vista emocional, podríamos hablar del aumento de los niveles de ansiedad y de tristeza e incluso del aumento de la preocupación por la dificultad para controlar el impulso de comer, lo que conducirá, a su vez, a que la persona aumente la ingesta.
Desde un punto de vista psicológico, trastornos de ansiedad o depresión pueden ser tanto causa como consecuencia del trastorno por atracón, a los que se asocia una baja autoestima por parte de la persona.
A nivel físico, el aumento de peso es otra consecuencia negativa, que produce serias consecuencias para la salud como podrían ser: hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado y cardiopatías, entre otros.
García Palacios, A (2014). Trastorno por atracón en el DSM-5. Cuadernos de medicina psicosomática y psiquiatría de enlace. 1695-4238, Nº. 110, 2014, págs. 70-74
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